⌗Frenesí⌗ ✧Hyυnlιх✧

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Felix hizo un pequeño puchero al sentir el espacio vacío en la cama.

Pero inmediatamente se quedó dormido al respirar el olor sobre las almohadas. Todo olía a el alfa pero no lo veía por ningún lado.

Ya había perdido la cuenta de cuantas veces se había despertado pero el no estaba ahí. Siempre era exactamente lo mismo el pequeño omega se despertaba y al mismo tiempo volvía a quedarse dormido.

Sólo el olor de el alfa era lo que lo mantenía dormido dentro de su nido.

Aunque Hyunjin quisiera estar con el en esos momentos no podía, estaba moviendo a toda su gente para mantenerlo a salvo no sólo a Félix también a Minho.

Para Hyunjin no era ningún problema deshacerse de todos lo que intentarán quitarle a su omega. No ese no era problema era la gran falta de respeto que estaban cometiendo con alguien como el y hacia Félix.
Cuando Yongbok supo cuál era la situación no sehabia movido de ahí.

La clase más alta de las castas estaba a salvo sin lugar a dudas pero el estado en el que estaban ambos omegas no era la mejor en esos momentos pues estaban embarazados y no debían correr ningún riesgo. Quizás estaba muy paranoico pero el era alguien que prefería tomar precauciones.

Después de todo sabía que venía algo grande.

—Tu vas a velar por la seguridad de Félix en cuanto se desate la guerra. Eres el único que me ha sido leal Changbin en tantos años.—

El más bajo asintió con la cabeza.

—Lo hare, concuidare con mi vida puedes estar seguro de eso.— estrecho su mano con la de Hyunjin. —Sabes que no te defraudare.—

—Quiero que lo lleves a el lugar seguro, y te aseguras de que nada le pase a mi chico y mucho menos a su hermano— dijo mirando de reojo al omega entre sus brazos que se escondía en su cuello. —¿De acuerdo?—

—Por supuesto.— Changbin respondió mientras extendía los brazos tomando al.omega en brazos. —Lo protegere lo juro...—

—Vete esta a punto de desatarse la bestia.— ordeno.

Y sólo pudo ver como el vehículo se alejaba a gran velocidad con su omega. Pero el quería protegerlo, tenía que protegerlo.

Era algo que ni el mismo podía entender, jamás había sentido esa necesidad tan grande de proteger a alguien porque jamás se había sentido de esa manera con ningún otro omega que no fuera Félix.

De nuevo Félix era el dueño de sus pensamientos, y no podía ver su vida como antes sin pensar en el pecoso en ella.

Lo anhelaba más que a nada y eso lo asustaba porque no quería enamorarse, sin embargo su lobo y su conciencia le decían que ya era muy tarde.

Estaba perdidamente enamorado del pequeño y hermoso omega.