PoV _____.
Me quite la ropa y me puse mi pijama. No tenía sueño, así que me sente en el sofá a oscuras mientras veía la televisión.
Mis párpados se fueron cerrado poco a poco hasta el punto de dormirme.
《Casa de Zarcort, 10:35 a.m.》
PoV Piter.
-Venga a levantarse ya. -Escuche por parte de mi primo. Me tape hasta la cabeza con la manta.- Ay dios mio la resaca, eh. -Me quito la manta de encima y yo me quejé.- Venga Pedro. Ya es tarde.
-Ya me levanto, ya me levanto.
-Vale, te espero en la sala.
Me tape la cara con mis manos y suspire. Me dolía mucho la cabeza y lo peor, no recordaba nada de anoche, aparte de la pela que tuve con _____.
**********
Me senté al frente de mi primo en la mesa y le mire fijamente:
-En la cocina está tu desayuno, y al lado tienes un paracetamol para que se te pase el dolor de cabeza.
-Gracias.
-No hay de que.
Termine de desayunar y me dispuse a hablar con mi primo:
-Esto... Miguel, ¿que hago en tu casa?
-Fácil, anoche te pusiste de alcohol hasta arriba y te tuve que traer a mi casa. Sabia que si te llevaba a tu casa no te levantarías solo. Y además por ahí hacías alguna locura estando en tu estado de anoche.
Mire abajo avergonzado, la última vez que me emborrache así fue cuando vi a Karla con Adrián, aunque esa vez me acordaba de algo, no como esta vez...
-Piter. No puedes estar así, no eres tú. Tienes que volver con _____.
-Lo se... -Le mire a los ojos.- Pero, ¿cómo? No se que hacer, la he cagado demasiado. No querrá saber nada sobre mí.
-Sí no lo intentas nunca lo descubrirás. -Se me quedó mirando.- ¿La quieres?
-Ni te lo imaginas.
-¿Cuánto?
-Puff... Ni siquiera lo se yo. Sería capaz de cualquier cosa por ella. -Le mire.- Cualquier cosa. -Remarqué.
Éste tan sólo me sonrió y bajo la mirada:
-Eso es bueno. Te ayudaré a recuperarla.
Yo le mire sorprendido:
-Gracias.
PoV _____.
Abrí el microondas y saque mi taza.
Cogi una cucharilla y le eche tres cucharadas de azúcar.
En ese momento sonó el timbre:
-¡Voy! -Dije.
Deje la taza y me encaminé hasta la puerta que la abrí:
-¿Anna? -Dije sorprendida.
Ésta me abrazo:
-Hola _____.
Yo le correspondi el abrazo:
-¿Qué hacés aquí?
-Venir a ver como estás.
Me separé de ella:
-¿Y Zarcort?
-No ha venido. -Me sonrió de lado.- ¿Puedo pasar?
-Pues claro, pasa.
-Gracias.
Anna entró y yo cerré lo puerta:
-Siéntate, ahora voy.
Fui a la cocina y cogi mi taza. Volví a la sala y me senté al lado de Anna:
-Bueno, ¿y que tal?
-Bien, bien. ¿Y tú? -Me quedé mirándola.- ¿Cómo estás _____? -Mire a mi taza y veía como salia un poco de humo de ella.- _____.
-P-pues bien, ¿como voy a estar? -Lleve la taza a mi boca.
-No _____, no estas bien. Y lo sabes.
Me detuve y baje de nuevo la taza, sin haber tomado ni una gota de mi café.
Gire mi cabeza hacia ella y pestañeé varias veces seguidas, hasta que un lágrima salió, me la limpie cuanto antes y baje la mirada:
-Es verdad... No estoy bien. -Dije con una voz ronca y lenta. Le volví a mirar.- No puedo soportar tanta tristeza dentro de mí. Nunca me había sentido así, nunca lo había sufrido por culpa de una persona...
Sentí como su mano se apoyaba encima de mi pierna lentamente, yo la miro. Y sin querer veo como una gota cae encima de ella. Yo la limpio rápidamente y miro a mi amiga:
-Lo siento... -Susurro.
-No pasa nada. -Me dice con una sonrisa en la cara.- Es normal que llores, eso significa que le quieres.
-S-si tú lo dices. -Tomo un sorbo de mi café, ya no tan caliente como antes.- Quisiera que todo esto fuese mentira. -Le miré.- Un mal sueño, una pesadilla de la que me despertare de un pequeño salto de mi cama. -Mire al frente mía.- Pero no lo es. -Dije con la voz más débil.
Una nueva lágrima apareció en mi rostro:
-Tranquila. Piter volverá, de eso estoy segura. Ten paciencia, volvera.
-¿¡Paciencia!? -Le mire.- ¡No pienso tenerla! ¡Sí él me quisiera ya estuviese aquí! -Me levante del sofá y mire a Anna con una mirada fría.- ¡Estuviera conmigo! -Me gire y deje la taza en la mesa.- Pero no es así, ¿no? ¿Por qué? -Reí irónicamente.- No me quiere... -Susurre para mí.
-_____, tranquilizate, por favor. -Sentí una mano apoyarse en mi hombro.
-¡Sueltame! -Quité su mano de mi hombro y me gire para verla.- No me digas que me calme cuando sabes que no me voy apoyarse calmar, no puedo. -Mi voz fue apagándose poco a poco.- No puedo, no puedo. Simplemente no puedo. -Mire a mi amiga a los ojos y la abracé.
Las lágrimas salieron poco a poco:
-Lo siento. Yo no quería-.
-Tranquila. -Me corto.- Te entiendo.
