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BEN y Beth estaban en la sala de costuras. Ben estaba siendo medido por el costurero de la familia, ya que su coronación sería en unos días, mientras que Beth leía un libro sentada tranquilamente acompañando a su hermano que la llamó solo para no estar solo.
— ¿Ya le dijiste a papá y a mamá sobre tu decisión? — Preguntó Beth sin apartar la mirada de su libro.
— Aún no, no los he visto en lo que lleva del día.— Respondió Ben, mirando fijamente por el ventanal a la Isla de los perdidos.
El primer proclamó real de Ben sería darle una segunda oportunidad a los hijos de los villanos, o sea tráelos a vivir a Auradon, pero ambos hermanos sabían que esa decisión no alegraría a sus padres.
— ¿Como crees que se lo tomarán? — Preguntó Ben volteando a ver a su hermana.
— Lo entenderán.— Respondió Beth. — Sabes que siempre apoyan todo lo que hacemos y las decisiones que tomamos. Mamá no se opondrá y papá terminara aceptándolo.
— ¿Y tú? ¿Qué opinas? — Volvió a preguntar Ben. La opinión de su hermana era sumamente importante para él, al menos en algunos sentidos.
— Yo opinó que deberías terminar con Audrey antes de la coronación. No la voy a aguantar junto a mi toda la ceremonia.— Respondió la menor con sinceridad mientras dejaba de lado su libro.
— Beth.— Llamó la atención el mayor.
— No la amas, Ben. Es entendible que su familia es casi tan importante como la nuestra y a nuestros padres les importa continuar con el linaje de sangre real, pero... Ben, ¿acaso conoces a Audrey? — Habló la chica mirando fijamente a su hermano.
— Sería demasiado cruel hacerle eso. No sería capaz.— Respondió el mayor.
— ¿Más cruel que soñar con otras chicas? — Preguntó Beth recibiendo una mala mirada del castaño.
— Ya te dije que no soñé con otra chica, solo soñé con... un par de ojos verdes con rasgos femeninos.— Explicó Ben volviendo su mirada al ventanal.
— Como sea, yo digo que deberías terminar con ella. Te estarías haciendo un favor a ti y a ella.— Respondió la menor. — Y tal vez también a mi.— Siguió hablando. — Y a mamá, ¿sabias que tampoco la soporta en las cenas familiares?
Antes de que Ben pudiera responder a eso, otras voces se escucharon en la entrada.
— ¿Cómo es posible que vayas a ser coronado rey en un mes? A penas eres un bebé.— Habló la Bestia entrando acompañado de Bella a la sala.
Beth se puso de pie. Ben no pudo moverse ya que el costurero seguía haciendo su trabajo.
— Cumplirán 16, querido.— Respondió Bella mientras se acercaba a Beth y la abrazaba para saludarla.
— ¿16? Es muy joven para ser rey.— Dijo la Bestia. — Yo no tome una buena decisión hasta que tuve 42.— Habló mirando a sus hijos cómplice.
— Decidiste que nos casáramos a los 28.— Habló Bella indignada.
— Eras tú o una tetera, amor.— Respondió Bestia, sus hijos solo rieron. — No es cierto.— Dijo antes de acercarse a Beth y abrazarla igual que su madre. — ¿Como está mi princesa?
— Bien, papá.— Respondió Beth devolviendo el abrazo gustosa.
— Mamá, papá.— Habló Ben llamando la atención, intento moverse, pero el costurero lo retuvo. — Ya elegí cuál será mi primer proclamó oficial.
Ambos adultos le pusieron atención bastantes contentos, mientras que Beth se acercó a su madre y la sujetó del brazo antes que Ben diera la noticia.
— Decidí que los chicos de la Isla de los Perdidos ahora podrán vivir aquí en Auradon.— Habló Ben, y tal y como Beth lo predijo su madre dio unos pasos atrás tambaleándose.
El tema de la Isla siempre era tema delicado. Incluso el costurero dejó su trabajo al oír la noticia.
— Cuando veo hacia la Isla siento que fueron abandonados.— Explicó Ben, caminando hacia sus padres y hermana.
— ¿Los hijos de nuestros enemigos... entre nosotros?— Cuestionó Bestia, dando un paso al frente.
— Solo serán algunos al principio. Los que necesitan que los ayudemos.— Habló Ben. — Ya fueron elegidos.— Dijo en un tono esperanzador.
— ¿Eso es lo qué crees? — Cuestionó Bestia, nada contento.
— Yo te di otra oportunidad.— Habló Bella calmando a su esposo. — ¿Quienes son sus padres? — Preguntó.
— Cruela de Vil, Jafar, la reina malvada...— Comenzó a nombrar, y se tomó un respiro antes de nombrar a la última. — Y maléfica.
El grito del costurero al oír el nombre de la villana era el claro ejemplo del miedo que la nombrada aún causaba.
— ¡¿Maléfica?! ¡Ella es la peor villana que existe! — Gritó Bestia molesto.
Los guardias y el costurero salieron de la sala. Cuando Bestia se enojaba, era el protocolo.
— Papá...— Intentó hablar Ben, pero su padre lo detuvo.
— No quiero escucharlo. Son culpables de crímenes horribles.— Dijo Bestia.
— Papá sus hijos son inocentes.— Habló Ben. — ¿No crees que merecen una mejor vida? ¿En serio? — Preguntó Ben desilusionad9, y su cara hizo que la Bella le diera una mirada a su esposo.
— Supongo que los hijos son inocente.— Dijo Bestia más calmado y luego se retiró de la sala.
La bella se acercó a su hijo y acomodó su smokin.
— Bien hecho.— Dijo Bella, y luego se fue tras de Bestia que la esperaba afuera.
— Eso fue todo un éxito.— Dijo Beth mientras se colocaba junto a su hermano, ambos mirando el ventanal hacia la Isla.
— Ni me lo digas.— Habló Ben suspirando.
— Si puedes enfrentar a papá también puedes terminar con Audrey.— Murmuro Beth con una sonrisa.
— No te escucharé más.— Dijo Ben y luego salió de la sala dejando a Beth sola.
— Solo dije la verdad.— Habló la rubia para su misma, luego tomó su libro y al igual que los demás salió de la sala.
Ya que él proclamó de Ben había sido aceptado en un par de días llegarían los chicos de la Isla, y obviamente Beth tendría que estar ahí, era su deber como princesa de Auradon.
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Author's note:
Estamos listos chicos, primer capítulo completo de casi 1000 palabras, más que un capítulo parece epílogo pero igual lo dejaré así. Espero les haya gustado e interesado para seguir leyendo.
No olviden votar y comentar si les va gustando. Bye 🤍
