mi primer y único amor

21: Frustración

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Unas horas más tarde Daeron fue a visitar a su hermana en sus aposentos  una gran sorpresa se llevo al ver que Helaena no se encontraba ahí, Rápidamente fue donde el "rey" y le informó sobre el problema

—Aemond, Hela no está en su habitación

—Que?! -expreso furioso‐ como es posible?! ¿Como mierda dejaste que esto pasara?

—¿yo?

—Si tu, ¿como dejaste que esto pasara? imbecil

—Hermano no soy la niñera de Helaena

—Pero querías ser su esposo!! Averigua donde esta y traemela lo antes posible antes que yo mismo te mate

Daeron salió rápidamente del consejo y fue en busca de otto por ayuda para encontrar a su hermana, por otro lado Otto fue a ver a los pequeños Jaehaerys y Jaehaera, en cuanto entró al calabozo no vio más que unos recipientes con tinta y la reja forzada y abierta.

Otto enfurecido salió del lugar y fue lo más rápido posible a su habitación, le exigió a sir criston que encontrará a los niños y le pidió que ni le dijera nada a Aemond pues si lo hacía sabia que iba a ser hombre muerto y no se equivocaba, por otro lado en cuento Daeron entró a la habitación de Otto fue recibido por un gran empujón

—Donde mierda están?!-grito enojado

—Tampoco están?! -pregunto Daeron

—A que te refieres a "tampoco"?

—Abuelo, Helaena no está en sus aposentos

—Que?? Como es posible!!

—Aemond, el esta furioso

En Dragonstone por otra parte Daenerys estaba hablando con Helaena, ella le contaba todo lo que tuvo que sufrir

—Hela, Debí estar ahí para ti, no debí irme sin antes llevarte

—Estoy bien Daenerys, estoy contigo, estoy con mamá, Aegon y mis hijos no puedo pedir más

—Jaehaera y Jaehaerys están grandes

—Si que lo están, crecen rápido y tu como vas con lo del embarazo, veo que falta poco

—No seas exagerada, Apenas tengo tres lunas

—Créeme el tiempo se pasa rápido con respecto a Aemond..

—No quiero hablar de él

—Vale, lo entiendo...

—Me sorprende que Alicent haya pedido ayuda

—¿Por que?

—Ella siempre estuvo cegada por Otto, todo lo que decía Abuelo, ella lo hacía

—Pienso que como cualquier otra persona, uno tiene límites y los de madre se agotaron y tomó la decisión correcta

—Tienes razón...

Hablando de alicent, esta se encontraba en sus aposentos tratando de tomar una siesta hasta que fue interrumpida por Rhaenyra.

—Rhae.. su majestad

—Me puedes llamar Rhaenyra alicent, lamento interrumpir tu siesta

—Esta bien, esta bien no puedo dormir así que estaba solo con los ojos cerrados

Rhaenyra soltó una pequeña risilla y Alicent la miró confundida pues no sabía a que se debía.

—Me hace recordar cuando estábamos en el jardín en nuestra "siesta"