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—CRISTO, TIENES UNA POLLA MUY GRANDE.  

Abrí los ojos y solté una carcajada. Taehyung estaba sentado en la cama, las mantas se le acumulaban en las caderas, y miraba el bulto de mis calzoncillos.  

—Buenos días —respondí, tenía la voz ronca—. ¿Dormiste bien? — Mmmm, adivina.  

—¿Qué hora es?  

—No lo sé.  

Me di la vuelta y revisé mi teléfono.   

—Seis y media.  

Todavía me miraba la polla.  

—Tae, ¿estás bien? 

Sus ojos se dirigieron a los míos.   

—Sí. Estoy bien.  

Pero él no lo estaba. Esto parecía más que su habitual cosa de no ser una persona de mañanas. Su cerebro estaba pensando de nuevo.  

Levanté la manta para cubrir mi entrepierna.   

—¿Quieres que haga huevos con tostadas para el desayuno?  

Su mirada se dirigió a la mía otra vez, y pareció salir de su propia cabeza.   

—Um. Sí. Creo. No sé. Lo que sea que pienses.  

Me acerqué y le froté la espalda.  

—¿Todo bien, Tae? Si prefieres que duerma en pantalones cortos o pantalón de pijama, puedo hacerlo. No hay problema.  

—No, yo sólo... —Tragué saliva—. Me gusta. Es sólo que no...  

—¿No qué?  

—No estoy seguro de lo que se supone que debo hacer...  

—¿Sobre qué? ¿Mi polla? Se supone que no debes hacer nada.  

—No la tuya... Quiero decir, la tuya es... —Dejó escapar un suspiro—. La tuya es jodidamente caliente. Pero la mía...  

—¿La tuya? Tae, ¿qué pasa? ¿Pasa algo malo?  

—No. —Se frotó las manos en la cara—. Yo... tuve un sueño en el que estábamos... —Se acobardó—. Me desperté con una erección, y no sé... ¿qué diablos hago con ella? Quiero decir, sé lo que puedo hacer con ella. Ugh. Dios, esto es vergonzoso.  

Casi me reí con alivio pero me las arreglé para ofrecer una sonrisa en su lugar.   

—Nene, puedes hacer lo que quieras. Si quieres ignorarla,  entonces ignórala. Si quieres masturbarte, entonces hazlo. No hay  ningún juicio aquí.  

—¿En serio?           

—Sí, en serio. Créeme, me he masturbado mucho en la ducha   desde que empecé a dormir aquí contigo estas últimas semanas.  

—¿Lo has hecho?            

—Claro. Como te dije antes, mi cabeza y mi corazón entienden lo que pasa, pero mi polla no recibió el memorándum.  

Casi sonrió, pero la línea del entrecejo había vuelto. Estudió el piso un poco.   

—Iré a ducharme —dijo, y luego se detuvo—. No para...  masturbarme. Sólo para ducharme. Dios, eso no es lo que quise decir.  

Me reí entre dientes.   

—Está bien, cariño. Empezaré a preparar el desayuno.  

Me levanté de la cama y llené la tetera antes de encenderla, luego saqué los huevos de la nevera cuando Taehyung salió del baño. Todavía llevaba puestos los calzoncillos; su pelo todavía era un desastre por el sueño. Parecía preocupado y decidido.  

Piezas de mi •KookTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora