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JUNGKOOK  NO ESTABA SEGURO de que debiéramos ir a la barbacoa en casa de Jimmy y Nancy por mi pequeño episodio con el dolor al recuperar algunos recuerdos el día anterior, pero me sentí bien.  

De alguna manera, me sentí mejor porque pude recordarlo.  

Fue aterrador y el dolor que me golpeó junto con el flashback fue nauseabundamente real. Pero pude recordarlo. Pude recordar cómo y por qué mi vida entera cambió, y eso fue, de alguna manera   jodidamente tranquilizador.    

Pero ahora, podía ver el recuerdo en mi mente y ya no había dolor con él.    

Me desperté apretado contra Jungkook  y su enorme polla estaba aplastada contra mi mejilla del culo. Me sentí tan bien, ese zumbido familiar en mi vientre, esa sensación de estiramiento en mis bolas.  

A mi cuerpo le empezaba a gustar la idea de hacer más con Jungkook , y a mi mente también. Sabía que sucedería; era sólo cuestión de tiempo. La noche anterior, cuando estaba entre mis piernas y sosteniendo mi polla contra la suya, fue como hacer el amor, y por un fugaz segundo, lo había querido.  

Todavía no.  

Pero pronto.  

—Tae, ¿estás bien? Te quedaste dormido por un minuto.  

—Sí, lo siento. Estaba pensando...  

—¿En qué?  

—No sé, cosas.  

Cosas agradables, supongo. Porque estabas sonriendo.  

—Sí, vale, estaba pensando en ti.  

Toda la cara de Jungkook  se iluminó cuando sonrió.   

—¿En serio?  

—Sí, por supuesto. —verle sonreír así... —Pienso en ti todo el tiempo.  

—Buenos pensamientos, espero.  

Me miró de una manera que hizo que mi corazón se sintiera demasiado grande para mi pecho.   

—Siempre. Hay piezas en mi cabeza que no sé si son recuerdos reales o partes de sueños. Tampoco puedo recordar nada de lo que he soñado en los últimos cinco años. Pero veo fragmentos que creo que son reales.  — ¿Como cuáles?  

—Tú gritándole por teléfono a un proveedor poco fiable por   joder un pedido. Tú riéndote de algo que dijo Sparra. Tú saliendo   del baño desnudo. Haciéndome café por la mañana. —Me encogí de hombros—. Pero no es realmente lo que veo. Es lo que siento.   Cuando me rodeas con tu brazo, o si tomas mi mano mientras vemos la televisión. Me siento tan feliz, aquí mismo. —Me di un golpecito en el esternón—. Y no sé si estoy recordando algo que sucedió o algo que soñé, porque estoy bastante seguro de que me sentiría igual. Tomarse de la mano de verdad o de la mano en sueños, todo me parecería igual.  

—¿Serías feliz si soñaras que te tomo de la mano?  

—Claro que sí.  

—¿Se siente real?  

—Sí. Y la ropa que llevas puesta parece real. Como camisetas reales que tenemos, y estoy seguro de que si todo estuviera en mis sueños, no llevarías ropa.  

Se rió de eso pero luego se encontró con mis ojos.   

—Suena como si recordaras mucho más de lo que te das cuenta.  

—Sí, tal vez. Nada concreto. Nada como ayer cuando recordé el accidente.  

—¿Querías hablar de ello?  

Piezas de mi •KookTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora