La estabilidad de Taehyung se había ido en polvo con el viento en el momento preciso que sintió la condenada respiración de Jungkook chocar con la suya. No dejó ni la pizca de duda en su actuar, el chico simplemente aprovechó la cercanía, la poca concentración que los ojos de Jungkook revelaron, el golpeteo seguido de su corazón contra su caja torácica, esos negros ojos que parecían desnudarlo poco a poco.
Él no era ciego, fue testigo de esos ojos recorriendo sus labios mientras hablaba, mientras lo miraba a los ojos, pero estos solo seguían fijos en su boca, fue conciente de esa mirada sobre su cuerpo cuando le dió la espalda, cuando entró a la cocina sin mirarlo, Jungkook ya tenía sus ojos en él.
Jungkook a pesar de voltear y fingir demencia, Taehyung ya tenía anotada su acción. Y eso fue algo que dió más vuelo a sus ideas algo desordenadas por ese hombre. Posiblemente la sociedad señale sus acciones, pero todos son unos hipócritas con mascaras de decencia.
Entonces ¿Porqué seguir con fundamento las normas? Todos la rompen, que no los vean ni en sombra es otra cosa. ¿Porqué reprimir ese deseo de tener a ese hombre con él? Cuando en su vida sintió algo así. ¿porqué dejarlo irse? No puede, siente que no puede y tampoco quiere.
Era extraño todo eso. Cualquier persona se asustaría con estar pasando por algo nuevo de esa manera, como si su estabilidad equilibrada tuviera la soga gastada y ahora todo estuviera roto, haciéndoles actuar de manera en la que creyeron que jamás actuarían.
Cualquier persona buscaría deshacer esas ideas desubicadas. Pero Taehyung no, por primera vez experimenta el deseo, experimenta la desconcentración total. La perdida de lógica y racionamiento.
Ahí mismo, en medio del porche y en la oscuridad, donde el frío estaba intenso como aquella tensión que esos dos se cargaban.
Taehyung finalmente probó esos labios, aquellos que estuvieron cerrados hasta que no aguantaron y jalaron para saborear a profundidad, con experiencia marcada. Jungkook besó con vehemencia esos labios rojizos y carnosos, quería arrancarle suspiros que le dieran a entender que le gustaba lo que hacía.
En una situación totalmente diferente; Jungkook habría detenido al chico, se habría levantado y dejado en claro lo estúpido que estaba siendo. Jeon siempre fue una persona desentendida por su propia cordura. Taehyung tocó ese punto que nadie hacía, apenas una mirada, unas palabras sacadas de un libro, un asechamiento y rose, con solo eso pudo hacerlo caer rápido y sin detenimiento. Taehyung lo tomó del cuello, le puso una venda porque claramente no estaba viendo, no pensaba mientras se comía esos labios, esos suaves y carnosos labios. Jungkook no perdía la cordinación de sus palabras, de sus actos, no hasta ese preciso momento.
¿Su heterosexualidad? Él es bisexual, ha estado con hombres y mujeres, todos de su misma edad, hasta ser mayores que él, pero ahora se besaba con necesidad a ese chico que bien sabía no tenía la mayoría de edad. Que bien sabía era el sobrino de su mejor amigo.
Podía simplemente detenerlo, pero no quiere. Sabía que si lo hacía, se iba a arrepentir, pero también sabía que, a pesar de seguir degustando del beso, aún no era suficiente, si lo detiene o no, igual quedaría a la deriva por querer deterlos sobre su boca.
Taehyung jaló de su camisa negra hacia su propio cuerpo, saboreando, mordiendo, chupando, acariciando esos labios, esa lengua que se introdujo en su boca, que lo hizo jadear y desear mucho más. Taehyung por primera vez había sentido la excitación tan rápido con solo esos toques. Pero Jungkook, sus manos en su cintura, su lengua palpitando en su boca, lo volvía epicamente loco y lo hacía excitarse en sobremanera.
Quiso más.
Mucho más de ese ser.
No importa si se metía en problemas.
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Tentación
Historia CortaTaehyung tiene familiares con quiénes trata muy poco, por ello se decide por pasar el fin de semana en casa de sus tías. Sus ideas solo eran pasar las horas con su familia, pero no todo pasa como creía que sería, el cambio radical que tendría, harí...