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17 de febrero, Smallville, Granja de la familia Kent

La situación para la familia Kent era algo complicado porque la muerte de Alice todavía era demasiado reciente y dolía bastante para aquellos que la conocían, para sus familia, amigos e incluso conocidos que la había visto crecer en el pueblo desde que era una niña. Pero ahora veían como su hija estaba volviendo a vivir la misma vida que su madre, el quedar huérfana a tan corta edad y quedando bajo el cuidado de su tío.

Aquella mañana en la pequeña granja de la familia Kent en el comedor de la casita de madera se encontraban todos, para iniciar con el desayuno aunque todavía sentían la falta de presencia de una persona al tener una silla vacía en el comedor, aunque intentaban no ponerse tristes en frente de la más pequeña de la familia Kent y eran incapaces de poder explicar por completo que su madre ya no volvería del hospital. Lois y Clark miraban como su hijo menor estaba intentando convencer a su pequeña prima de ver otra caricatura porque estaban viendo el mismo episodio de las pistas de Blue, aunque después de un rato ambos niños terminaron estando entretenidos y luego ellos volvieron a su conversación mientras seguían viendo como los dos menores estaban en lo suyo, aunque normalmente no se les permitía ver la televisión mientras desayunaban pero esa vez los habían dejado salirse con la suya.

La pareja había salido al pórtico de la casa para poder tener su conversación, porque en la casa no podían hacerlo por los niños y sobre todo porque Jon, era algo chismoso y apenas podían hablar de temas serios cuando estaba junto con Ariadna, porque ponía toda su atención en la menor.

- No entiendo porque tu prima, en su testamento nos pidió una semana para tener la custodia de Ariadna.- Lois soltó un largo suspiro de fastidio y masajeo su sien de forma suave. Ella estaba bastante confundida cuando les dieron a leer el testamento y ultimas palabras de su considera cuñada, donde les decía que no podían tener la custodia de la menor hasta haber pasado una semana.

- Yo tampoco entiendo la razón del porque mi prima puso esa condición.- Clark le respondió a su esposa, sintiéndose igual que ella molesto y frustrado.- Alice siempre tuvo más secretos que yo siendo Superman, tenemos demasiadas preguntas y ninguna respuesta.- El iba a seguir hablando pero fue interrumpido por la fémina, cuando levanto una mano para hacer que guardara silencio.

- ¿Cómo quien es el padre de Ari?- Al decir aquellas palabras podía sentir la mirada de reproche de su marido.- Clark no me mires de esa forma, se que estas igual de preocupado que yo porque no sabemos quien es el padre de ella. Alice siempre nos cambiaba el tema cuando llegábamos a preguntar por el y me siento terrible hablando de ella sobre estas cosas, cuando ella ya no esta más con nosotros, solo nos dijo tan poco pero eso no es suficiente.... Clark yo estuve presente cuando escribía una carta y mandarla a quien sabe quien.- Estaba claro que ella se sentía algo paranoica con toda la situación de no saber que hacer y que su lado de reportera le dijera que buscara más sobre lo que hacia falta, pero no había nadie a quien preguntar y mucho menos a quien recurrir. Tenia miedo de que alguien llegara y le arrebatara a su niña, a esa pequeña que era su ahijada y que consideraba su hija aunque sintiera que estaba mal.

Esas fueron suficientes para que Clark no lograra formular una oración entendible y su esposa tenia razón en cada una de sus palabras, su prima, su hermana de corazón desde que había regresado de Gotham regreso con tantos secretos que si tenían una respuesta parecían más enigmas sin respuesta, pero el más de grande de todos esos misterios era el padre de su sobrina Ariadna del cual no sabia si era una persona normal, un maleante, un héroe o incluso algo peor como un villano. Pero aun así no quería desconfiar de su fallecida prima y quería pensar que la situación no se le estaba escapando de las manos, no quería pensar que su pequeña sobrina de cinco  años se vería involucrada por los problemas que su madre le había dejado al dejar su paternidad en un misterio del que jamás quiso hablar.

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