Bosque

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Aaron y yo caminamos unos cinco minutos hasta llegar a un campo lleno de rosas, margaritas, tulipanes y un pequeño lago con algunos peces

─ ¡Dios mío, Aaron! ¡Este lugar es maravilloso!

─ Me alegro que te haya gustado

─ Los peces son muy lindos - digo girándome hacia él, quien me entrega un pequeño ramo con dos de cada flor.

─ Para ti – dice el niño entregándome el ramo y sonrojándose, y creo que es por el calor que hacía ese día

─ ¡Son preciosas! - susurro acercándome al chico y dándole un pequeño beso en la mejilla, entonces escuchamos el sonido de algo moviéndose en medio de los árboles

─ ¡Dios mío! ¡Finalmente te encontré! Vamos, se hace tarde - dice Goldfarb saliendo de los árboles

─ Tienes muchas ramas en la cabeza – digo acercándome y sacando los objetivos del cabello rubio del chico

─ Gracias

─ ¿Quieres pasar por tu casa antes de ir a la mía? - pregunto tomando la mano de Aaron para que podamos irnos a casa

─ Sí, necesito una ducha

─ ¡Absolutamente! - dice Aaron haciéndolo y me pongo a reír.

─ ¡Eso no tiene gracia! - dice la rubia enojada

─ Gracias por las flores y el paseo – le susurro a Aaron

"De nada", susurra en respuesta.

Los otros amigos de Andy se fueron a casa con Aaron, mientras Goldfarb y yo fuimos a su casa

─ ¡Natalie! ¡Es bueno verte otra vez! - La señora Goldfarb me saluda nada más entrar a la casa

─ ¡Es un placer verte de nuevo! - digo abrazando al mayor

─ ¿Cómo estuvo la gira?

─ ¡Fue increíble!

─ Mamá, ¿puedes dejarnos subir a Nathalie y a mí?

─ Por supuesto Andy, ve allí

─ Voy a darme una ducha y a ir a casa de Nat, ¿vale?

─ Claro amor, pero creo que es mejor que duermas ahí, no quiero que camines sola de noche – grita la última frase

"𝐘𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐬𝐨 𝐜𝐮𝐭𝐞, 𝐀𝐚𝐫𝐨𝐧!" - ESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora