𝐎𝐔𝐓𝐄𝐑 𝐁𝐀𝐍𝐊𝐒 ✦ 🎭
my strange addiction
▹ Eres mi extraña adicción,
mis doctores no pueden
explicar mis síntomas, mi
dolor, pero eres mi extraña
adicción.
𝗭𝗢𝗘𝗬 𝗖𝗟𝗔𝗥𝗞𝗘 vive una vida de kook desde que tiene memoria, nacida en un...
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ZOEY CLARKE favorite crime ✦
La arena entre mis pies se siente bien, mientras observo el lejano atardecer que se forma en el cielo. A mi lado, bebiendo de las latas de cerveza, se encuentran mis amigos. Todos y cada uno de ellos hablan sin parar, mientras yo, solo escucho.
No me molesta, es agradable simplemente oír.
Pero, de nuevo, sin que pueda evitarlo, mis ojos se mueven hacia el rubio de ojos azules. Veo cada detalle; como su cerveza va a hacia su boca, y traga; como acomoda su cabello dentro de la gorra; como aprieta su mano cuando dicen algo que no le gusta; como sonríe burlonamente, después de que le dice algo a Topper. Todo. Veo todo.
Sonrió. Porque es aún más agradable simplemente verlo.
Observar es mucho más divertido que hablar, porque comienzas a prestarle atención a cosas que los demás no; hábitos, expresiones, sentimientos.
Por ejemplo, a la lejanía, puedo observar a una chica pelirroja, de buen cuerpo, de linda cara, risueña y amigable, y no solo yo, sino que los ojos de Rafe se dirigen de vez en cuando a ella. Mientras bebe su cerveza, su mirada la recorre de pies a cabeza, para después volver a prestar atención a lo que dicen los demás, eso en cuestión de milisegundos.
Y eso pasa desapercibido, para todos y para ella, pero no para mi, porque observar da mucha más información que hablar.
Aprieto la lata de cerveza con molestia, mientras que muerdo mis labios.
Le doy una última escaneada a la pelirroja, porque tomo de mi bebida y me paro. Después de estirarme comienzo a caminar, queriendo ir a la camioneta de Rafe.
No me muevo dos centímetros, cuando un chico de lentes me detiene, y he decir que es bastante agradable a la vista. Miro de reojo al Cameron, que nos ve fijamente. Sonrió de lado, y me volteo completamente al pelinegro.
—Hola, ¿pasa algo? —Le sonrió dulcemente, esperando a que hable.
—Hola —pronuncia con un agradable acento extranjero, a la vez que me sonríe de vuelta. —, en realidad, quería pedirte tu número.
Aprieto los labios, inflando las mejillas, pensando en que decirle, tal vez una respuesta positiva porque, uno, es lindo; dos, es divertido hacerlo; y tres, quiero molestar a Rafe.
Él odia que alguien se interese en mi, lo cual en cierta parte, es algo fastidioso, pero por la otra, me gusta que se irrite.
—Bueno, solo porque eres lindo. —Le regaló una sonrisa de oreja a oreja, y me acercó un poco más a él. —¿Qué? ¿Te lo vas a aprender de memoria o lo vas a anotar? —Digo divertida, entrelazando mis manos detrás de mi espalda.
