Capitulo 3

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Luca me ha prohibido entrar en las otras habitaciones de la casa, no me atreveré a llevarle la contraria.

No tengo mi móvil conmigo, y si lo tuviera no serviría de nada porque no llega la señal, un par de días como este y acabaré volviéndome loca, estoy segura.

Deambulo por la habitación, escapar no es una opción en este momento, un movimiento en falso y podría ser mi final.

Necesito nadar para pensar. Le parecerá bien a Luca?, en realidad nunca dijo que la piscina estuviera fuera de los límites.

Pero no tengo nada que ponerme.

Buscaré en el armario haber si puedo tomar algo prestado, de todas formas no tengo nada mejor que hacer, comienzo abrir todos los armarios y cajones de la habitación hasta que encuentro una estantería con algunas cajas encima.

Las abro por curiosidad y para mi sorpresa, descubro que están llenas de ropa de mujer. Quizá sea de su novia aunque la ropa está guardada en cajas, así que podría ser de su ex novia, tal vez quería devolvérsela pero nunca tuvo la oportunidad.

Lo raro es que todo tiene etiqueta, lo que significa que es nueva, hay un par de bañadores nuevos, si me pongo el adecuado pueda que consiga llamar la atención de Luca y que me cuente qué está pasando.

Cuando salgo ya en bikini en la zona de la piscina, los rayos de sol acarician mi piel con el calor justo para sentirme rejuvenecida. El agua de la piscina brilla hermosa bajo la luz del sol, salto al agua y completo un par de vueltas alrededor.

Me siento fresca después de ese rápido chapuzón, pero no debería bajar la guardia, tengo una misión que cumplir: conseguir la atención de Luca.

Desafortunadamente él no está cerca.

Me relajo en la tumbona aprovechando para ponerme morena con esta perfecta temperatura mientras espero que aparezca. Después de estirarme y tomar el sol unos minutos, de repente, tengo la sensación de que me están observando.

Cierto.

Por el rabillo del ojo puedo ver a Luca, me está mirando desde el interior de la casa. No estoy segura de que se haya dado cuenta de que sé que está allí, vamos a desconcertarle dándole algo que no se espera.

Muevo mis dedos ligeramente sobre mis clavículas, repitiendo el movimiento un par de veces, deslizo una mano hacia abajo, marcando la hendidura entre mis tetas, y finalmente apoyo la palma de la mano sobre mi tripa.

Respiro profundamente y bajo más la mano, parece que este plan está empezando a ser contraproducente, porque me estoy poniendo cachonda, ¡dios, tengo que superar mi encaprichamiento por él lo antes posible!, de lo contrario estaré en terreno resbaladizo.

Separo mis piernas ligeramente y froto mi mano contra la suave piel de mi zona inferior sobre el bañador elástico que las cubre y eso enciende más mi deseo, nunca había hecho algo así, masturbarme al aire libre sabiendo que alguien me está observando, pero realmente me excita.

Giro la cabeza en su dirección, mis ojos le buscan obligándole a ver lo que estoy apunto de hacer.

Separo la tela para alcanzar mi zona sensible y comienzo a frotarla, Luke observa atentamente, muevo mis dedos en círculos alrededor de mi sexo húmedo y lo froto con movimientos arriba y abajo antes de introducir dos dedos dentro de mí.

El placer crece con cada caricia, me muerdo los labios mientras me retuérsco de placer, hasta que finalmente, tiemblo y me agito cuando la ola de éxtasis me golpea como un tren de carga.

Abro los ojos y veo a Luca petrificado en el mismo sitio, intento leer su expresión pero no me deja tantas pistas, después de mantenerme la mirada durante unos segundos, se da la vuelta y se aleja.

Misión fallida.

Voy caminando por el pasillo que lleva hasta mi habitación cuando de repente, se abre la puerta del baño, Luca se cruza en mi camino obligándome a parar a poco centímetros de él. Solo lleva una toalla alrededor de su cintura, parece que se acaba de duchar, a juzgar por las gotas de agua que van bajando por su cuerpo desde su cabello mojado.

Huele tan bien... y ese cuerpo se ve todavía más perfecto en las distancias cortas de lo que yo pensaba, se que debería parar de mirar, pero no puedo apartar los ojos de él, ¡socorro!

—¿Necesitas algo?.

Me quedo congelada en el sitio con los ojos pegados al hombre perfectamente esculpido que está delante de mi. El hecho de que la toalla cuelgue cuelgue peligrosamente sobre su cintura me distrae, de pronto, estoy aterrorizada con una idea muy sucia.

—De hecho sí, esta toalla.

Con un rápido movimiento, tiro la toalla y se la quito a Luca de su cintura, su polla queda a la vista, y toda su gloria, solo el acto natural de respirar se vuelve difícil.

Luca no está nada molesto por lo que acabo de hacer, como si fuera algo que ocurre normalmente, mantiene su mirada fijamente esperando para ver cuál será mi próximo movimiento.

Está totalmente impertérrito pero con un paquete como ese, no veo ninguna razón para que se avergüence.

—Necesitas algo más aparte de la toalla?.

A pesar de sus esfuerzos, su voz profunda suena ronca indicando que él también se siente abrumado con tanto poderoso deseo, todo mi cuerpo tiembla sólo con saberlo, ni siquiera tengo tiempo para pensar.

Corro hacia la habitación y una parte de mi espera a que Luca aparezca por la puerta, pero no la hace.

Medió aliviada y medio frustrada me siento en el suelo, tratando de recuperar la compostura. No estoy segura de cuánto tiempo podré esquivar esta bala, mi fuerza de voluntad para resistirme va disminuyendo cuanto más tiempo paso con él.

Será mejor que aclare mis prioridades.

¿¡Pero cual es mi prioridad ahora mismo?!.

Sea cual sea, liarme sexualmente con mi secuestrador no es definitivamente el mejor plan. Tengo que recordarlo.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2023 ⏰

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