04

149 6 0
                                    

Ayer nos quedamos dormidas mi prima y yo en el sofá y ahora nos encontramos las dos en una punta cada una.

-Buff joder- dice quejándose está-

-Tengo dolor de espalda - dije quejándome-

-Yo de cabeza- dice está- ¿Y los demás?-

-No se, vamos a buscarlos- dije levantándome con pereza-

Fuimos a la cocina donde solo estaba Raquel comiendo tortitas.

-Hola reich- dije dándole en la espalda suaves toques-

-Hola lila- dijo ella-

Me llamaban lila ¿Por qué? Por mí color favorito.

-¿Queréis?- pregunto y negué ya que no le voy a quitar la comida que hace que le quiten los antojos- Hay más en el microondas he echo para muchas personas-

-Ah entonces si cojo- fui hacia el lugar que me dijo que estaban-¿Y los demás?-

-Las madres se han ido a hacer la compra, los padres han ido a jugar al golf y los otros no se-

-Los otros durmiendo que es otra cosa- dijo Alejandra a mi lado-

Nos reímos y al rato de comer y degustar las tortitas de mi cuñada nos sentamos en el sofá con mi portátil en mis piernas.

-Me gusta ese- dice Raquel mirando uno y subo para arriba y lo miro.-

Esta demasiado bien para mí sola está perfecto. Mi prima se quedaría en otro piso distinto.

-Me encanta- dije cuando lo mire y vi el precio- Creo que va a ser este-

-Ami me parece precioso- opino Alejandra-

Cojo mi cartera y pongo mis datos y todo para cuando valla y me instale solo ir a pagarlo.

-Es pequeño pero para mí sola está perfecto-

Un rato después llegaron todos y se sentaron todos juntos en el sofá de mi casa ya que es un poco grande.

-¿Que haciais las tres marujas juntas?- dijo mi hermano acariciándole el vientre a su novia.-

-Estabamos viendo pisos para Lila y Ale- dice ella comiendo unas palomitas que trajo él-

-Ay, ¿Los puedo ver?- dijo mi madre y asentí-

Le pase el ordenador y me mordí el labio ansiosa al ver que se quedó callada mirando el ordenador.

-Es bonito- soltó-

Asentí aliviada y sonreí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Asentí aliviada y sonreí. Cerré el ordenador y lo guardé en su respectiva funda.

-Me tendréis que ayudar a hacer las maletas, pero tengo que ir a comprar otra más grande- dije-

-Sí, por qué tienes mucha ropa y no te cabe en ninguna maleta- dijo Alen-

-¿Que pasa que os habéis puesto de acuerdo para meteros conmigo o que?- pregunté indignada

Mi 6 favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora