Si existiera una sola palabra en la tierra capaz de expresar todo lo que ambas sintieron, seguramente esta palabra se quedaría corta, todo era labios, manos y piel y cada roce ardía, pareciera que fueran fuego y lucharan en una danza interminable para ver cuál de las dos se extinguía primero, se sentía como si fueran piezas de un rompecabezas o como si de un solo cuerpo se tratase, a veces era Kara, otras veces era Lena, todo comenzó con besos cargados de ternura, tanto cariño y ternura que dejarían en un coma diabético a cualquier adicto los caramelos, sus besos se sentían como si entraran en comunión con algo que no podía ser visto ni tocado por ningún mortal, lo único que calmaba aquel calor infernal eran las caricias de la otra, pronto las caricias y los besos se fueron volviendo más atrevidos a medida que la confianza y el deseo de probarse iba acrecentando.
Pronto la ropa desapareció como si hubiera sucumbido a tal combustión, fue un acto que para ninguna tuvo importancia, pero luego de desaparecer, juntas miraron a la mujer que tenían en frente, Kara no podía imaginar algo más precioso que aquella desnudez sensual, el cuerpo de Lena cálido y suave al tacto, despidiendo un aroma tan embriagador que la estaba volviendo loca, Lena estuvo a punto de desmayarse, se había olvidado de como respirar, sus sentidos la inundaban con tal magnitud que lo único que podía hacer era tocar y ser tocada como nunca antes, pronto comenzó a jadear sintiendo la necesidad de sentir aquel delicioso tacto en algún lugar que no lograba identificar a primera impresión, pues todo su cuerpo le pedía a gritos seguir siendo tocada y besada, pero la urgencia parecía venir de su centro, sus piernas se apretaban con fuerza tratando de oprimir aquel lugar buscando mitigar aquella agitación, Kara pareció intuir aquella necesidad, o tal vez era que ella también lo sentía, por lo que comenzó a besar la mandíbula de Lena mientras iba descendiendo hacia aquel lugar prometido dejando el rastro de otros besos en su camino, con sus manos exploraba aquellas curvas, acariciaba y pellizcaba con descaro los ya endurecidos pezones de Lena, cosa que la hacía jadear aún más, Lena se movía bajo el peso de Kara, apretándose más a ella en un intento inútil de fundirse con ella, tocaba todo lo que su mano alcanzaba, cuando sintió a Kara llegar a su vagina, sintió que se humedecía aún más, y se apresuró a presionar más fuerte sus piernas, sentía que ya no aguantaba más, Kara separó con suavidad aquella presión, olfateó aquella zona húmeda y miró con algo de maldad directamente hacia los ojos de Lena, una sonrisa felina se dibujó en su rostro y entonces se sumergió en aquel lugar que la atraía, cosa extraña para alguien que desafiaba a la gravedad, su lengua tocó con avidez aquella apertura arrancando de la garganta de Lena un jadeo acompañado de algunas palabras que no logró entender, estaba realmente absorta explorando y deleitándose con el sabor de aquella mujer, Lena se aferraba a las sabanas mientras inconscientemente arqueaba sus caderas ofreciéndole mejor acceso a su intimidad, por supuesto Kara aprovecho la situación y lentamente introdujo dos dedos dentro de Lena, Lena gritó en exquisita agonía, y se retorcía más implorando calmar su interior, respirando entrecortado y sin poder articular una frase completa decía, más, más. Kara tomó esto como un consentimiento para ser más audaz, por lo que comenzó a mover sus dedos hacia dentro y hacia afuera y lamiendo con su lengua el clítoris hinchado de Lena, mientras que con la otra mano acariciaba los senos de Lena, Lena tomó la mano de Kara que reposaba en su seno, mientras que con la otra tomaba a Kara de la melena incitándole a lamer más rápido, Kara sacó sus dedos de dentro de Lena y limpió con su lengua sus fluidos, bajó lentamente y lamió el ano de Lena, esto la puso frenética, Kara jugó un rato pasando su lengua desde su clítoris a su ano, luego se concentró de nuevo en su clítoris y volvió a introducir sus dedos en Lena, pero esta vez con su otra mano, seguía estimulando su ano, Lena se sentía llena de miles de sensaciones a la vez, sentía a Kara en todas partes, se deleitaba restregando su intimidad contra el rostro de Kara, se sentía perversa y poderosa, gemía de placer cuando en cierto momento su cuerpo se desconectó de su mente su espalda se arqueó aún más y con fuerza se aferró del cabezal de la cama, se imaginó tocando el cielo, el calor que sentía se concentró en el interior de su vagina y salió en un chorro energético de puro placer desbordado, intentaba respirar pero parecía un pez fuera del agua, no enfocaba con su vista la oscuridad de la habitación, estaba en un plano totalmente ajeno. Estaba totalmente agradecida con aquella mujer que la había hecho sentir tantas cosas y que aun la besaba con cariño abrazándola en la intimidad de aquella habitación.
______________________________________Quiero dividir este capitulo en dos partes por que siento que este momento necesita ser único :3
ESTÁS LEYENDO
tu prisionera
Fanfictionluego de que Lex por poco y acabara con el mundo, supergirl con ayuda de superman logran restablecer el mundo a su casi Normalidad". Pero Lilian no podía soportarlo, debía hacer sufrir a Kara de la mima forma que ella sufría, y es que ver morir a su...