Ron Weasley - One shot's

Time alone

Advertencias: escenas explícitas, palabras subidas de tono

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Susurros silenciosos y risitas fueron todo lo que se escuchó mientras ustedes dos corrían frenéticamente por los pasillos de Hogwarts en busca de un salón de clases vacío y apartado.

Francamente, todo había comenzado por la mañana. Habías elegido sentarte frente a Ron durante el desayuno, para su consternación. Mientras comías tu cereal, te diste cuenta de la falta de atención que Ron le prestaba a su comida y al tema del próximo juego de quidditch del que Harry estaba hablando con urgencia. En cambio, sus ojos estaban fijos en ti, con su tan familiar mirada soñadora, encantado por la visión de tu rostro y tu presencia.

Debido a los próximos exámenes, pasabas gran parte de las tardes en la biblioteca o en la sala común estudiando, dejando poco tiempo o atención para tu novio o en las necesidades de ustedes dos. Aquí estaba Ron, enfrentándose al pavor del quidditch y los trabajos académicos, y definitivamente arruinado por la falta que le hacías .

Y así empezó.

Ron cedió deliberadamente su lugar junto a Harry, para su confusión, y con entusiasmo robó el lugar libre a tu lado, normalmente ocupado por Hermione, quien estaba disgustada pero no sorprendida por el comportamiento de Ron. El firme "¡Ronald!" de Hermione fue ignorado por Ron, quien te sonrió tímidamente y apoyó una mano suave en la parte superior de tu muslo.

"Saltemos la clase de pociones , ¿si?" susurró, sonriendo inocentemente. Sonreiste, ya familiarizado con esta rutina. Fingiendo pensar en su pregunta, viste cómo sus ojos se agrandaban con expectación. "Mmm, no estoy segura. Escuché en la clase de ayer que estan revisando información importante. ¿No sería un desperdicio no ir?"

Las cejas de Ron se fruncieron, su mano apretando tus muslos para llamar la atención. "Lo dudo. Además, incluso si fuera a así, ¡para eso tenemos a Harry y Hermione!" se rió nerviosamente, esperando su aprobación o rechazo.

Tu sonreíste. "Solo estoy bromeando. Claro, lo que quieras, Ron" Riendo, te apoyaste contra tu novio, quien había comenzado a mover las rodillas ansiosamente.

Todo esto los llevó a su situación actual. El firme agarre de Ron en tu mano fue implacable, arrastrándote dentro del salón de clases abandonado y perfectamente espacioso.

Se giró hacia ti, sonriendo tímidamente y te acercó a él, con el corazón dando un vuelco cuando envolviste tus brazos alrededor de su cuello, inclinándote para besarlo suavemente. Ron suspiró durante el beso, las manos recorrieron  arriba y abajo de tu cuerpo, desde la extensión de tu espalda hasta un apretón firme y posesivo en tu hermoso trasero.

"Te extrañé", murmuró en voz baja, presionando tu pecho contra el suyo y balanceando sus caderas contra las tuyas, gimiendo suavemente. Sus manos llegaron a la parte posterior de tus muslos y te levantaron sobre el escritorio rayado.

Te alejaste del beso, notando los labios rosados e hinchados de Ron y su rostro igualmente sonrojado. Sus ojos se habían oscurecido y su mirada se había vuelto lujuriosa, mirando intensamente tu pecho. "¿Estás seguro de que no nos atraparán aquí?" preguntaste, susurrando.

Sacudió la cabeza y levantó la mano para desabotonar tu blusa blanca, deteniéndose para mirarte en busca de aprobación, antes de susurrarte en respuesta: "No me importaría si lo hacen".

Tu coño palpitó cuando sus grandes manos comenzaron a tocar tu pecho a través del sostén. Su boca se había ocupado de tu cuello, dándole besos con la boca abierta a la piel magullada, intentando desesperadamente dejar su huella. Esas marcas eran el orgullo y la alegría de Ron. Si no fuera por su semen goteando de tu coño arruinado y gastado después de follarte, fueron los chupones en tu cuello los que se cercioraban y afirmaban que le pertenecías a él y sólo a él.