4

54 3 2
                                    

Sicilia, Italia 1:00pm

La mafia Cavallone se arriesgó a buscar en toda Italia ante una corazonada de que Shamal estaba más cerca de lo que ellos imaginaban, pero no eran los únicos que pensaban de la misma manera pues Squalo junto a Lussuria decidió investigar el burdel más famoso de la ciudad después de haber dispersado a Varia por todo el mundo, al mismo tiempo Kikyo se había encargado de dejar a Italia bajo el poder de Zakuro y Bluebell a pesar de que esta se negara a hacer equipo con la tormenta fastidiosa haciendo que la búsqueda fuera más tediosa por sus constantes quejas sobre su compañero. Los tres grupos de búsqueda se detuvieron al verse entre si mientras un hombre de cabello castaño salía campantemente del burdel con una sonrisa de oreja a oreja que desprendía un olor a loción corporal y alcohol.

— Oh lindas señoritas, lindas, es un honor sanar sus heridas...—divago entre sus fantasías antes de darse cuenta de la atmósfera creada por su llegada— Que molestos, lamento decirles que solo atiendo a mujeres no a hombres asquerosos como ustedes.

Todos miraron al doctor que parecía no saber la razón del por qué se le buscaba en todo el mundo, debía ser demasiado idiota para no escuchar los rumores sobre el capo más poderoso o sobre los planes de traición que algunos estaban planeando. Antes de que el doctor pudiera hacer uso de su Tridente mosquito una mujer albina le había puesto el filo de una espada en el cuello junto a una mirada gris que lo amenazaba a muerte, Shamal estudio a detalle el esbelto cuerpo delante suyo que permanecía apretado en un vestido negro con un abrigo de los Varia que ocultaba sus grandes pechos que él podía solo imaginarse al no poder verlos, pero notar que había un cumulo.

— ¡Tu... —iba a comenzar a amenazar al doctor cuando este tomo con sus manos la mano de la contraria para luego tirar de ella y rodear su cintura con ella disminuyendo a casi nada la distancia entre ellos sin importar la espada que aún permanecía en su cuello.

— ¿Por qué una bella dama como usted esta con gorilas como esos? —esa pregunta solo hizo reír a Lussuria y Bluebell a pesar de que los demás parecían estar molestos— Si está enferma yo curare su malestar con mi amor...—intento darle un beso que termino en un golpe a la cara por la albina.

— ¡Te cortare en pedazos imbécil!

— ¡No te dejare hacer eso! —grito esta vez la peli azul deteniendo los movimientos de la albina al crear una barrera para proteger al doctor— Byakura-sama necesita a ese sujeto y no dejare que se lo lleven...

— Lamento romper su joven corazón pequeña dama, pero aun es muy verde para mí.

La risa de Zakuro solo termino de hacer enojar a la lluvia de Millefiore.

— Como te atreves a hablar así de mí, acaso te crees más especial que Byakuran-sama maldito pervertido —dijo una furiosa Bluebell que saco unas conchas de mar con intenciones de lanzarlas— Te romperé los huesos por tal crimen y luego se lo llevare a Byakuran-sama para que me elogie y a ti te mate.

— ¡Dino-san necesita la ayuda de Trident Shamal para sanar al joven decimo —interrumpió Romario robándose el centro de atención junto a miradas asesinas.

— Jo jo jo esto se pondrá interesante —exclamo Lussuria divertido ante las circunstancias.

De este modo fue como la guerra entre pandillas se desato mientras una pelirosa se robaba al doctor que más que desilusionado estaba feliz de ver a la asesina.

—Estoy acostumbrado a perseguir mujer, pero no me molesta que ellas me persigan a mi —dijo el doctor mirando a la mujer frente suyo.

— Ten, Reborn quiere hablar contigo.

— Porque mejor no vamos a Cenar

— Es una situación urgente y no dejare que arruines mi momento de ayudar a Reborn —amenazo la mujer obligando a Shamal a tomar el teléfono.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 03, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fiebre VongolicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora