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En brazos cariñosos

Capítulo VII: ¿Me tomarás la mano?

"Sólo tengo una petición para ti, muchacho."

Naruto arqueó una ceja. La lluvia siguió cayendo, empapándolo en segundos. Sin embargo, no le importó, ya que miró con curiosidad.

Ante él, Rokuro estaba de rodillas, con los brazos cortados una vez más, los sellos alrededor de su cuerpo restringían al demonio por completo.

"¿Y que sería eso?" preguntó Naruto.

Desde entonces, Shinobu había abandonado al niño que salvaron y lo había colocado en los brazos de Kanao; y ahora, adoptó una postura sólida, sacando su delgada espada de su funda, lista para derribar a Lower Moon Two para siempre.

"Mi petición", dijo Rokuro, "es que me recuerdes, incluso después de mi muerte".

El doctor rubio se encogió de hombros. "No serán buenos recuerdos, ¿sabes?"

"Eso está perfectamente bien", continuó Rokuro, con la muerte cerniéndose sobre su cabeza. En este punto, era imposible escapar. No solo estaba rodeado de Demon Slayers, sino que también estaba dentro del alcance de Naruto, el que lo había derrotado por completo a él y a sus camaradas. "Sólo deseo que alguien sepa que viví, que existí. Nadie más lo sabrá. Ni mis compañeros demonios, y ciertamente no... él. Así que, por favor, te lo ruego, reconoce el tiempo que pasé aquí en la tierra, al menos por un segundo después de mi muerte."

Shinobu se lanzó hacia adelante y su espada se hundió en su pecho. Rokuro no intentó usar sus sombras, ni se inmutó cuando esa delgada espada atravesó su corazón. Aceptó su destino cuando su veneno más potente inundó su cuerpo, destruyéndolo de adentro hacia afuera.

Segundos después, estaba en el suelo, retorciéndose y espasmándose mientras la vida, lenta pero seguramente, abandonaba su cuerpo. Miró hacia arriba por un momento, la lluvia cayendo por su rostro, hasta que la luz de la existencia abandonó su mirada y todo quedó en silencio y quietud.

Hasta que un trueno rompió el repentino silencio.

Susamaru saltó hacia Naruto, un acto espontáneo, y lo rodeó con sus brazos. Sus ojos se abrieron momentáneamente, antes de relajarse ante su toque. Al igual que él, ella estaba empapada y gotas de agua resbalaban por su cabello teñido de naranja. Ella permaneció así por un tiempo, simplemente abrazándolo, antes de que la realidad pareciera sacar a Susamaru de su estado de trance.

Un rubor coloreó sus pálidas mejillas; Ella rápidamente se apartó, frotándose el cuello avergonzada.

"¿Para que era eso?" Preguntó Naruto, sonriendo.

Susamaru apartó la mirada y se aclaró la garganta.

"N-nada. Sólo... me alegro de que estés bien."

"Ya veo. En ese caso, lamento haberte asustado", respondió Naruto. Se volvió hacia Yuichiro, quien también se había movido para estar a su lado. El adolescente tembló bajo la lluvia, pero parecía bastante feliz, considerando todo lo que había sucedido recientemente. Naruto despeinó sus mechones turquesas y su sonrisa se hizo más amplia. "Y nuevamente, lamento que hayas pasado por este lío. Debería haber hecho más para mantenerte a salvo".

Yuichiro hizo caso omiso de su disculpa, mirando a la persona que consideraba un hermano mayor.

"Ya te dije que está bien". Una rara sonrisa se dibujó en sus amables rasgos. "Pero sí, deberías haber hecho más para mantenerme a salvo. ¡Si hubiera muerto, toda la clínica cerraría en una semana!"

Naruto se rió. "Tienes razón. No puedo arriesgarme a perderte si quiero que el lugar siga funcionando durante más de un día".

A pesar de la lluvia, abrazó a Yuichiro y Susamaru, con un brazo alrededor de sus hombros. No hicieron nada para resistir su agarre, ambos mirándolo con ojos brillantes y felices.