五等分の光魂 Go-Toubun No Hikari Tamashī/Cinco Almas de Luz
Sinopsis:
La historia inicia dos años después de la boda de Yotsuba & Fuutarou, donde tras un trágico evento que deja a Fuutarou con el alma herida y hundido en una profunda depresión ya que este...
Ha pasado una semana desde aquella carrera, por lo que es sábado 14 de febrero de 1998, Yotsuba se encuentra afuera del local esperando a Fuutarou, quien se encuentra cerrando el taller automotriz donde trabajan los dos, dicho taller es propiedad de Bernard.
- Muy bien Yotsuba, se acabó el día de trabajo.
- Si, ahora podemos ir a casa a descansar.
- ¿De verdad eso quieres hacer?
- Pues... la verdad...
- Y yo que pensé que yo era el despistado, vamos al distrito comercial, tengo hambre.
- ¡Muy bien! Unas carreras al carro, el que pierda pagan la comida.
- Jajaja... la verdad pensaba ir caminando y así poder pasar el rato juntos.
- ¡Oh! *Sonrrojada* Muy bien, entonces vamos.
Ambos empezarían a caminar al distrito comercial, durante el camino hablarían de temas casuales, pero uno que tocaron fue que en la semana Ryuuen junto con su padre llevaron aquel Bugatti EB110 Súper Sport de color plata que había sido destrozado en la carrera en la que Ryuuen y Fuutarou se enfrentaron.
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- Fuutarou, la verdad es que yo pensé que habría problemas por esa visita.
- Si, la verdad yo también pensé que ese tonto vendría a reclamarme por su auto.
- Aunque la verdad es que es por ti que ese auto termino en ese estado con ese giro que diste y a la velocidad que iban, realmente es un milagro que él siga vivo.
- Pero él tuvo más culpa cuando se metió con mi familia y durante la carrera hizo más jugadas sucias, yo solo le di una probada de su propio chocolate.
- Entiendo, lo que me sorprendió después fue que el padre de ese tal Ryuuen te agradeciera que le dieras una lección a su hijo, aunque si dijo que le molesto que ese carro tan costoso terminara así, pero también resulto que él y Bernard son viejos amigos.
- Si, fue por eso que él le dio muy buen precio para la reparación del auto... lo malo es que yo soy el encargado de que esa reparación se lleve a cabo... ¡maldita sea mi suerte!
- Jajaja aún recuerdo tu cara cuando Bernard te dijo que tú eras el encargado del proyecto, pero anímate, ya que tienes de apoyo a Zack, ya que por ser el organizador de la carrera y no saber controlarlos jajaja... sus caras me hicieron el día, lástima que en esta época aún no hay smartphones, me habría encantado tomarte una foto en ese momento shi,shi,shi,shi...
- Con esa risa tuya me doy cuenta de que en verdad disfrutaste del momento, pero bueno, ya hemos llegado a nuestro destino, el lugar donde comienza nuestra cita.
- ¿¡Eh!? ¿Esto es?
- Así es un restaurante familiar, como en nuestra primera cita, ¿lo recuerdas?
