Capítulo I

2.1K 127 11
                                    

Mi vida estaba por dar un giro inesperado, subirme a ese avión era una de las cosas más difíciles que tenía que hacer, estaba un fina línea entre perseguir mi sueño y quedarme con mi familia.

Era difícil, sí, pero era más valioso el hecho de que estuve varios años de mi vida tratando de destacar y sacar las mejores notas para conseguir una beca en Harvard.

En mi habitación casi todo estaba empacado, solo quedaban algunas cosas por recoger, pero nada de lo que no me pudiera encargar en la próxima semana.

Irme a estudiar a otro país sonaba genial, aunque a la vez me atemorizaba el hecho de tener que comenzar de cero en otra ciudad, lejos de casa y de mis padres, nunca había vivido sola claro esta, aunque estaba un poco acostumbrada a la soledad, papá y mamá siempre estaban trabajando, dejándome el noventa porciento del tiempo sola.

Mi madre es cantante de ópera y mi padre un pianista, están en la cima de sus carreras y vivían la vida que no pudieron tener cuando me trajeron al mundo, no éramos ricos, eso era claro, pero teníamos una buena vida aquí, ellos viajaban por trabajo, giras y giras por todo el mundo.

A los dos les pareció genial la idea de irme a vivir a Massachusetts, Boston, me apoyaban con esta decisión; hace tres meses que les dije que había adquirido una beca completa en Harvard y los dos parecían entusiasmados, aunque no estaban tan felices por el hecho de que había elegido una carrera administrativa y no el arte como ellos dos.

Solo me quedaba una semana en la cuidad, antes de irme y dejar todo atrás, en cierto punto me dolía, pero por otra parte me emociona irme, viajar y comenzar una nueva vida.

—Todavía no entiendo porqué decidiste irte tan lejos —su voz me sobresalta.

Había olvidado que no estaba sola, últimamente mi mente no hacía más que soñar con mi vida en Boston.

Volteo a verlo.

Frederik es mi novio, tener una relación a distancia sería difícil, aunque ya me había hecho la idea de terminar, el decía que esto iba a funcionar, pero seamos sinceros, no iba a ser fácil estar cinco años fuera y solo venir en las festividades, es casi imposible continuar, además ya habia traicionado mi confianza, no terminaba con él, solo por el hecho de que me iba a ir lejos.

Sus ojos cafés se ven opacos y rojos por tanto llorar, su cabello color chocolate alborotado y la nariz también roja, se veía de cierta forma adorable y a su vez deprimente, me daba lastima su actual aspecto, pero no lo suficiente como para dejar todo a un lado y quedarme aquí por él.

—Además todavía no me explicas —dice en susurros —dime  —exige —¿Por qué yo fui el último en enterarse de qué te ibas?

Suspiro, todavía no pasamos está fase, le perturbaba que me fuera lejos y había estado el último mes tratando de convencerme de quedarme aquí con él, tratando de ser el novio perfecto, pero a decir verdad, después de lo que hizo con Clarisa, me quedaba claro cuál era su prioridad y esa no soy yo precisamente.

—No te lo quería decir ¿Vale? —le respondo —sabia que tu no ibas a querer que yo me fuera y esto no depende de ti, sino de mis sueños, quiero ir a esa universidad, ¡Esto se trata de mi! no de ti, si realmente me quieres tienes que aceptar que está es mi decisión y apoyarme.

—¡Pero yo me quedé aquí por ti! —casi grita —¿No lo entiendes? —se le salen las lágrimas.

—Te dije que te fuera a California, te dije que tomaras una decisión en base a lo que tú querías hacer y no por mi, no me culpes de tus decisiones —digo suave.

—Y eso hice, yo quiero estar aquí, mi decisión es estar contigo —se acerca.

Somos del mismo tamaño, pero en este momento siento que el me sobrepasa.

El Collar de los Rubíes RojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora