Los sonidos de los disparos despertaron a Jimin.Con el corazón latiendo con fuerza, se sentó.
—¿Taehyung?
—Estoy aquí, —dijo taehyung detrás de él.
Encontró a Taehyung apoyado contra la pared, tratando de ponerse su chaqueta de esmoquin, con una mueca de dolor en su rostro.
—¿Qué estás haciendo? —Jimin se puso de pie. —¡Vas a
reabrir tus heridas!—Ayúdame a ponérmela —dijo Taehyung, en un tono que no admitia discusión.
Frunciendo el ceño, Jimin lo ayudó a regañadientes.
Algunas de las heridas en la espalda de Taehyung apenas habían formado costras porque seguían abriéndose cada vez que se movia.—¿Por qué?
—Si tengo razón y Lorenzo no la caga, estamos a punto de ser rescatados, —dijo Taehyung.
El corazón de Jimin saltó a su garganta. Se estrujó el cerebro, tratando de recordar quién era Lorenzo antes de finalmente recordar al tipo mayor de rostro pétreo que seguía a Taehyung y dirigía su equipo de seguridad. ¿Algún tipo de mano derecha? ¿Jefe de seguridad? Algo por el estilo.
—¿Y por qué necesitas ponerte tu esmoquin para eso? —Dijo Jimin. —¿Lorenzo se desmayará si te ve con el torso desnudo?
—Las apariencias lo son todo, —dijo Taehyung, con ojos duros y distantes. —El no puede verme como débil. No puede saber que estoy herido, que me han azotado.
—¿Pensé que era tu mano derecha o algo asi?
—El lo es.
Jimin apartó la mirada, sintiendo una punzada de tristeza. Qué existencia tan solitaria debió haber sido si Taehyung ni siquiera confiara en su mano derecha...
—¿Cómo sabes que es tu gente y no otra persona? —Jimin dijo, tratando de arreglar su propia ropa. Era una causa perdida.
—El momento es el adecuado. Han pasado diez dias, tiempo suficiente para que el traidor se relaje y venga a verme personalmente sin tener miedo de que lo sigan, o eso pensarían. Se suponía que Lorenzo tenía a todos en la familia seguidos 24/7. Tan pronto como alguien se comportara de manera sospechosa, los habría seguido hasta que lo trajeran a nuestra ubicación.
Jimin lo miró fijamente.
—¿Era una trampa? ¿Tú organizaste todo?
Taehyung sonrió sombriamente.
—Me das demasiado crédito. Pero era una posibilidad. Lo hablé con Lorenzo y él sabía qué hacer si me secuestraban.
Llegó a ello lentamente.
—Querías calmarlos con una falsa sensación de seguridad después de que fuiste tan indulgente con Andrea. Por eso lo dejaste vivir.
—Sí, —dijo Taehyung. —Sabía que Andrea no era el único que conspiraba contra mí. Había alguien más actuando independientemente de él. Alguien más sutil y cauteloso.
Quería exponerlos—. taehyung sonrió. —A veces inspirar demasiado miedo puede ser perjudicial. Al dejar vivir a Andrea, me hice parecer más misericordioso de lo que soy. Eso los hizo menos cautelosos.—Gran plan, —dijo Jimin, mirándolo. —¿Y si te matan? ¿No estabas asustado en absoluto?
—Sabía que querían secuestrarme más de lo que querían matarme. Nuestros atacantes se esforzaban mucho por evitar dispararme en cualquier lugar vital. Querían llevarme con vida. Si quisieran matarme, estaria muerto.