Nadie más - CITRUS

Capitulo 10

"Yo también te amo Mei..."

Yuzu escuchó sonar la alarma del teléfono a pesar de que solo fue un pitido antes de que Mei la silenciara. Sintió que Mei besaba su frente y lentamente le quitaba los brazos y volvía a cubrirla con la manta. Escuchó la ducha y a Mei moviéndose silenciosamente en la habitación. Y aunque podría haber abierto los ojos en cualquier momento decidió fingir estar dormida. Todo para que Mei no tuviera que justificar por qué se iba sin despedirse o por qué desapareció sin decir una palabra esa mañana o incluso cuándo regresaría. Se guardó todas estas preguntas para sí misma y dejó que Mei se marchara. Sabía que Mei tenía sus razones y que todavía la amaba.

Y eso es suficiente.

Yuzu enterró su rostro en la almohada que sostenía y que olía a Mei y comenzó a sollozar. Yuzu no supo cuando volvió a quedarse dormida pero cuando abrió los ojos vio que el sol comenzaba a salir. Se levantó de la cama y fue al baño a ducharse. Recogió su ropa y la de Mei y estaba a punto de ponerlas en su bolso cuando vio un sobre blanco en la parte superior. Yuzu sabía que Mei tenía que dejárselo y dejó caer todo para abrirlo.

Yuzu

Sinceramente me disculpo por no explicar por qué me fui esa mañana. He intentado varias veces escribirte esta carta, pero ponerlo todo en palabras y asegurarme de que no haya malentendidos me ha hecho dudar. Sin embargo, después de escuchar tus palabras, no puedo justificar mi partida nuevamente sin darle una explicación adecuada.

Cuando Matsumoto Hiroshi te invitó a esa cena y te presentó a todos, hubo una gran ola de rumores sobre tu relación con él. Mi padre y yo intentamos salvar la situación lo antes posible pero los rumores ya se los habían contado a mis abuelos. Cuando me llamaron, me dijeron que cortara mis lazos contigo o la sucesión estaría en juego. Incliné la cabeza y me fui. No me estaban dando opción pero supe en ese momento que necesitaba una salida para nosotras.

La información que recibiste de Mizusawa era correcta y con eso pude asegurar el trato que la familia Matsumoto estaba negociando. Me dio la idea de iniciar una rama de inversiones dentro de Aihara. Estos últimos dos meses poco a poco me he ido afianzando en ese círculo y haciéndome un nombre. He hecho muchas apuestas que se harán realidad cuando nos graduemos. Si tengo éxito, no importará cuánto me amenacen mis abuelos con romper contigo o negarme la sucesión.

Honestamente, después de que me fui, no sabía si me esperarías o si podrías... En ese momento no sabía de qué otra manera salvar la situación después de entender el plan de Matsumoto. Todo lo que sabía es que te amaba y tenía que eliminar todos los obstáculos que pudieran interponerse entre nosotras. Sin embargo, mirando hacia atrás ahora sé que actué impulsivamente y entiendo si no puedes perdonarme o no puedes esperarme pero si puedes, en dos años podré darte la vida que te mereces Yuzu. Espero que esta explicación sea suficiente por ahora, pero tengo una petición egoísta más. Por favor continúa viviendo tu vida Yuzu. No reprimas tus inhibiciones o deseos y si te enamoras de otra persona, no me esperes.

Aihara Mei

Yuzu lentamente dejó la carta y subió las piernas a la silla para sostenerse y llorar. ¿Cómo podría enamorarse de otra persona? ¿Cómo podría estar con alguien más? ¿Cómo podría amar a alguien más? Mei estaba poniendo todo en juego por ella. ¿Dónde podría encontrar a alguien dispuesto a amarla así? Mei era una alfa dominante de una de las familias más prestigiosas de Tokio, podía tener cualquier omega que quisiera y Mei la eligió. Ella proviene de una familia normal, con antecedentes normales y sin dinero real. Para todos, esa era razón suficiente para que Mei nunca la mirara dos veces, pero Mei la amaba, la amaba incondicionalmente sin ninguna condición. Cuando se preguntó si alguna vez encontraría a alguien que la amara igual o que incluso se acercara a ella, la respuesta fue, no.