Nadie más - CITRUS

Final

Yuzu entró en su apartamento y sonrió mirando a su alrededor. Había cajas de embalaje por todas partes, pero su hogar aún irradiaba calidez. A Yuzu le tomó casi un año planificar su boda y mañana finalmente era el día. También habían comprado la casa de sus sueños hacía un mes y se estaban preparando para mudarse. Caminó hasta su oficina y vio sus escritorios todavía muy juntos y sus sillas frente a frente desde la mañana. Cerró la puerta y fue a su dormitorio. La mayoría de las estanterías de Mei habían sido vaciadas y su tocador había sido vaciado. Su cama todavía estaba deshecha y ninguno había tocado sus mesas de noche. La suya era una foto de la escuela secundaria, pero un día Yuzu notó que Mei le había colocado un marco. Se sentó al lado de Mei, sonriéndole. Era una foto de ellos en casa que Yuzu había tomado al azar. Mei estaba sonriendo mientras la abrazaba. Cuando Yuzu preguntó por qué Mei eligió esa foto, Mei dijo que ese fue el día en que finalmente volvieron a estar juntos después de lograr todo lo que se habían propuesto. Yuzu tomó la foto y la acarició. Sintió que su teléfono comenzaba a vibrar.

"Hola."

"Buenas noches Yuzu, me disculpo por llamar pero ¿Mei está en casa?"

Yuzu frunció el ceño.

"No, ella dijo que se quedaría en un hotel esta noche".

Shizu suspiró.

“El hotel llamó diciendo que nadie se registró para su reserva…”

Yuzu sonrió.

"¿Y si ella está en la academia?"

Shizu suspiró de nuevo.

"No estoy segura. Pido disculpas, iría o enviaría a Shou, pero ambos estábamos tratando de manejar a tus padres y la rama de inversiones. Puedo enviar-"

Yuzu comenzó a levantarse.

"Está bien. Yo iré allí. Gracias a ambos por encargarse de todo”.

Shizu sonrió.

“No, gracias por cuidar y amar a Mei... Shou y yo estábamos realmente preocupados por la felicidad de Mei a medida que crecía... Antes de que llegaras, nunca la habíamos visto sonreír tanto. Así que gracias por entrar en su vida”.

Yuzu sonrió.

"Gracias por apoyarnos."

“Bueno, está bien, sé que ambos tendrán un gran día mañana. Te dejaré ir a buscarla”.

Yuzu colgó el teléfono y comenzó a conducir hacia la academia. Inmediatamente vio el auto de Mei en el estacionamiento y sonrió mientras subía las escaleras de la academia. Abrió silenciosamente la puerta de la oficina y caminó hacia la oficina del presidente. Mei estaba sentada en su asiento mirando los documentos. Yuzu golpeó dos veces la pared.

La cabeza de Mei se levantó de golpe.

“¿Yuzu? ¿Qué estás haciendo aquí?"

Yuzu se acercó a Mei y le quitó los papeles de las manos.

“Creo que debería preguntarte eso. Nunca te registraste en el hotel.

Mei suspiró.

"Quería tener una ventaja en algunos de mis trabajos... pero también... No puedo dormir muy bien sin ti..."

Yuzu observó cómo las orejas de Mei se ponían rojas. Los acarició y se inclinó para besarla.

Mei puso a Yuzu en su regazo.

"¿Estás nerviosa?"

Mei sacudió la cabeza cuando sus frentes se tocaron.

"Nunca dudaré en estar contigo".