Deambulando por tus pensamientos (Supercorp) Kara G!p

🍪 Capitulo 5

Kara no recuerda la sesión de fotos en absoluto, excepto en forma borrosa.

Lillian, preocupada por los aretes de Lena, diciéndole que debería haber usado otro par. Lex, su sonrisa es un barniz casual de sociabilidad mientras sus ojos le cuentan a Kara una historia completamente diferente. El fotógrafo dice ahora que es una familia feliz mientras todos se acercan incómodamente, sonriendo entre dientes.

Su cabeza está llena de confusión, lujuria y miedo. Está dando vueltas, una vorágine creciendo y creciendo a medida que la noche llega a su fin. Ella permanece en silencio detrás de Lena, sonriendo lánguidamente y asintiendo mientras la omega se despide agradablemente de lo que parece un estadio lleno de invitados importantes, y luego regresan al auto, la puerta se cierra entre ellas y la multitud una vez más, y Kara siente que todo impacta a la vez.

Ya ha sido atropellada por un tren de carga antes, así que recuerda exactamente lo que se siente. Se siente así.

El viaje en coche es intensamente silencioso. Kara intenta pensar en una manera de iniciar una conversación que necesita desesperadamente comenzar, pero su mente está vacía aparte de ¿Quieres hablar sobre cómo me tragaste la polla hasta el fondo antes? Ella se inquieta. Lena mira por la ventana, con la barbilla apoyada en la mano, claramente sumida en sus propios pensamientos mientras las luces de los autos afuera se deslizan sobre su rostro, iluminándola de rojo, blanco y amarillo. No hay una oportunidad, y Kara no puede pensar en una manera de forzarla, por lo que permanece en silencio, observando el neón pasar por la expresión tranquila y pensativa de la omega.

Después de que el conductor los deposita en el edificio de apartamentos, Lena le da las buenas noches en silencio y, a juzgar por el rápido destello de los billetes, le da una buena propina. Kara se despide con la mano y se quedan solas, el único sonido es el clic de los tacones de Lena en las baldosas mientras se dirigen a los ascensores. Cuando las puertas se abren con un silbido y un alegre bing, Kara se siente lenta, retrasada. Casi deja que las puertas se cierren antes de lanzarse detrás de Lena.

Dentro del ascensor huele a silencio. Goteando en él. Kara no puede soportarlo más.

"Lena..." comienza, lentamente, insegura de sí misma.

"Creo que me voy a acostar temprano, si te parece bien". Dice Lena, mirando al frente a la pantalla de botones.

Kara parpadea. Son casi las 12 de la mañana. Han pasado "temprano" hace mucho tiempo. "Yo... está bien, pero, ¿podemos...?"

"Ha sido una noche larga, Kara". Lena le dice, en voz baja y directa, justo cuando el ascensor emite un pitido para alertarles de que se están acercando al último piso. "Descansemos un poco".

No. No. Necesitamos hablar de esto ahora o tengo la sensación de que no querrás volver a hablar de ello nunca más.

Kara instintivamente sacude la cabeza antes de que la omega termine, pero Lena no se gira para reconocerla en absoluto. Las puertas del ascensor se abren y ella las atraviesa suavemente, dirigiéndose resueltamente por el pasillo que contiene sólo una puerta: la de ellas.

Kara sólo puede tropezar tras ella, mientras una lenta frustración crece bajo la niebla de melaza post-orgasmo. "Lena, espera... "

Es como si la omega no la escuchara en absoluto. Tan pronto como la puerta del ático se cierra detrás de ellas, ella se quita los tacones, se quita los pendientes y deshace la elaborada red de horquillas que sujetan su cabello. "Creo que le enviaré un mensaje de texto al ama de llaves ahora y le avisaré que no venga mañana. Me gustaría dormir hasta tarde. Y, de todos modos, probablemente debería ofrecerle un aumento.

"Lena". Kara sigue en pie. Está más cerca de la isla de la cocina, un pesado bloque de mármol italiano, y apoya las palmas de las manos sobre él para estabilizarse.