𝐼 𝑊𝑎𝑛𝑡 𝑇ℎ𝑎𝑡 - 𝐻𝑦𝑜𝑚𝑎 𝐶ℎ𝑖𝑔𝑖𝑟𝑖

𝐌𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐳𝐜𝐨

Chigiri había llegado a su departamento, fue a su habitación para cambiarse de ropa y después ir a la cocina para preparar un poco de café. Mientras lo hacía miraba en su teléfono el contacto de aquel Aleman "Michael Kaiser" su mente solo pensaba en el desde que se habían encontrado. 

—¿Reo tendrá razón? —se preguntó para si mismo.

Recordó las palabras que su amigo le había dicho justo unos minutos antes de entrar a su departamento, Reo había traído a Chigiri a casa y aprovechó ese momento para decirle lo que pensaba.

—Chigi, estoy seguro que Kaiser siente algo por ti, apenas ayer se encontraron por primera vez y ya tomó confianza y cariño en ti como para darte su número de teléfono e invitarte a salir, yo creo que al igual que tu, el se enamoró de ti.

No sabía si lo que Reo le había dicho fuera cierto pero esa simple idea de creer que si le daba vueltas en la cabeza.

Tomó su café y decidió ir a descansar, había sido un día muy pesado y necesitaba descansar.

Fue a su habitación, se acostó sobre su cama y solo unos minutos después se quedó profundamente dormido.

Con el pensamiento de aquel Alemán en su mente.

Al día siguiente el peli rojo despertó, muy temprano, como era de costumbre, se preparó para salir de su departamento, ese día iria al supermercado hacer algunas compras.

Salió de su departamento y se dirigió al lugar de su destino.

Después de un buen rato haciendo sus compras estaba por salir del lugar cuando iba distraído mirando su teléfono y chocó con alguien.

—Lo siento, venía distraído —dijo y enseguida vio de quien se trataba—. ¿Kaiser?

—Nos encontramos mucho ¿No crees? —le dijo.

—Si, así es. ¿Qué te trae por aquí?

—Salí a caminar un rato, era aún muy temprano así que decidí venir por aquí.

—Ya veo —le respondió.

—Veo que tu saliste hacer tus compras, ¿Vives por aquí? —le preguntó.

—Si, mi departamento está a unas cuadras de aquí.

Cuando Chigiri término de hablar se quedó unos segundos en silencio pensando si decir lo que pensaba decir.

—¿Te gustaría ir? —se animó y lo dijo.

—¿Ir a tu departamento?

—Si, te invito a desayunar, así también podemos hablar un rato.

—No podria negarme después de que has sido tan amable conmigo —dijo y le dedicó una sonrisa.

—Esta bien, entonces vamos.

—Déjame ayudarte con eso —le dijo y tomó las bolsas que llevaba.

—Gracias.

Ambos chicos caminaron hasta el departamento de Chigiri, entraron y Chigiri dejo las cosas sobre la mesa.

—Siéntete como en casa, preparare el desayuno —dijo.

—Déjame ayudarte —le dijo el Alemán.

—No hace falta, eres mi invitado, yo te atenderé.

—Aunque me hayas invitado no me voy aprovechar de eso, deja que te ayude, así será más justo.

Las palabras que ese hombre decía siempre le llegaban al corazón, era tan atento y lindo ¿Acaso eso era posible?

Chigiri aceptó que Kaiser lo ayudará, así, ambos chicos preparaban el desayuno mientras que conversaban. Finalmente terminaron de cocinar y se dispusieron a desayunar.