𝕷𝖆 𝕸𝖆𝖗𝖈𝖆 𝕯𝖊𝖑 𝕯𝖎𝖆𝖇𝖑𝖔

𝑎𝑝𝑟𝑒𝑛𝑑𝑒𝑟 𝑎 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑒𝑟𝑡𝑒

Amanecí con dudas ¿Qué estoy haciendo?, esa pregunta a veces tortura mi pensamiento, ¿Cuándo fue la última vez que dormí?, si bien no lo necesito no significa que no sea algo que añoro.

Miro mis manos resecas, me da un poco de vergüenza tenerlas de esta forma, me imagino a ese pequeño peruano, su rostro en mis manos, su piel suave, sus labios delicados y delgados, sus manos de porcelana y esa tierna sonrisa aperlada que inhibe mi pensamiento.

Me dirijo a un pequeño mueble de mi aparente hogar, la botella la traje para vigilar mi avance de cerca, el fondo esta lleno, solo le quedaran unos pocos días y con suerte semanas a mi estúpido vecino; Perú en cambio, no sé que haré con él, lo noto molesto, pero la verdad es que eso me emociona, esa mirada pícara la he visto en otras ocasiones, es característica de los que tienen un plan o una jugada maliciosa en mente; no negaré que me emociona verlo sonreír así, ¿Qué surcará por su mente?

Salgo a caminar, tengo suficientes problemas aquí y en el otro lado como para preocuparme por mis sentimientos estúpidos, solo me estoy engañando.

No amo a Perú, por el simple hecho de que no puedo enamorarme, se supone que en mí ya no pueden despertar esos pensamientos, no existe persona en este mundo capaz de comprender mi vida pero...

-uhh, ho... perdón Mex, no te ví

- (corazón maldito!!! deja de latir tan rápido!!!) Descuida puré, ¿Cómo has estado pequeño?

- pues... Espera ¿Puré?

- jejejeje... Es que, es que me pareció in lindo apodo

- ohh ya, comprendo, compermiso me tengo que ir

- ¿a dónde?

- tengo que planear algo - dijo pasando de largo al mexicano

De un rápido giro tomo la mano del peruano y lo atrajo hacia él
-¿Qué tiene USA cómo para que estés rogando con la mirada? ¿Porqué no puedes fijarte en alguien más?

- *tks* él es el hombre ideal

- y cómo porqué?

- es guapo, alto, cariñoso, sexy, atractivo, coqueto y además -