𝗛𝗶𝘁𝗼𝗵𝗶𝘁𝗼, 𝗘𝗹 𝗞𝗮𝗶𝗷𝗶𝗻 𝗦𝘂𝗽𝗿𝗲𝗺𝗼. (Komi-san wa, Komyushō desu)

infierno

Estamos en una cálida y tranquilo día, dónde los pájaros cantan y las flores crecen, mientas que cada quien trabaja, busca algún trabajo o estudia.

Escuela secundaria

En esta escuela estaba pasando algo interesante, un chico con una flor en el cabello de aspecto promedio, notas promedio y físico promedio se había confesado a la chica más hermosa que había en su salón, escribiendo en el patio "love"

Hitohito: o-oye k-k-kamaii quería saber si q-q-quieres s-ser mi no- —no terminar de hablar—

Kamaii: —empezo a reírse como si de una broma se tratara— enserio —aun riendo— tu crees que alguien como yo, saldría con alguien promedio que no destaca en nada —se rie— pues sigue viviendo ese sueño, porque nunca saldré con alguien como tú, un perdedor —le dijo para luego irse del lugar—

Hitohito al escuchar eso, no aguantaría las ganas de llorar, pero con lo que no contó es que todos sus compañeros verían como fue rechazado, por lo que desde las ventanas del salón empezaron a reírse de Hitohito, mientras que otros le decian palabras que lo herían más de lo que estaba.

Hitohito solo optó por salir de ahí corríendo mientras aún lloraba, y el simplemente se fue de la escuela secundaria de camino a su casa.

Donde al llegar, no estaría su padre ni madre por lo que simplemente se encerraría en su cuarto, y empezaría a llorar.

Al día siguiente

Hitohito se encontraba llendo a su escuela, donde al llegar todos se empezaron a burlar de el por ser rechazado, por quien se consideraba la belleza de esa escuela secundaria.

Desde ese día el infierno de Hitohito empezaria, porque sus compañeros lo molestaban, burlaban, acosaban y golpeaban.

Aunque Hitohito tratara de poner resistencia a sus maltratadores, no podía por no tener demasiada fuerza, por lo que simplemente le quedaba soportar a todos sus compañeros.

Pero un día, Hitohito llegaría a su casa con varios moretones, y aunque este trato de pasar desapercibido no lo logro.

Hitoshi: —estaba sentado en el comedor— hola hijo co- —lo vio de pies a cabeza— ¡¿Hitohito que te paso!? —fue hacia el—

Hitohito: no me pasó nada pa —le dijo mirando a otro lado—

Hitoshi: ¡¿A esto le dices nada!? —agarro su brazo que tenía muchas heridas—

Hitohito: enserio no me pasó nada —dijo aún mirando a otro lado—

Hitoshi: ¡No Hitohito Tadano! ¡Me contarás el porque de tus moretones! —le dijo enojado y preocupado—

Hitohito aunque no quería decirle a su padre lo que le pasaba a diario en la escuela, tuvo que decirle ya que no quería preocupar a su padre, por lo que le contó.

Hitoshi: —molesto y preocupado por su hijo— hijo por qué no me lo dijiste, tal vez les hubiera dicho a tus maestros —le dijo con un tono de preocupacion—

Hitohito: lo hice pero... A ellos no les importo en lo absoluto —le salió una lágrima—

Hitoshi: tranquilo hijo —lo abrazo— tal vez me descuide de ti por mi trabajo, pero ahora estaré para ti —empezo a acariciar la cabeza de Hitohito— creo que llegó el momento de que te enseñe algo hijo.

Hitohito: —salio del abrazo— ¿Que cosa pa? —lo miro con confusión—

Hitoshi: algo que me enseñó tu abuelo, artes marciales...