Rain and Wine [Omegaverse] | YM

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Una semana más tarde la luna de miel se llevaba a cabo pero sin los esposos como tal ¿Cómo podría ser ser eso posible? Bueno tan fácil como decir que el alfa Min había regresado a Corea un día después de casarse dejando a Jimin en Venecia.

Los titulares no tardaron en aparecer por todos lados "El Alfa Min abandona a su esposo ¡un día después de casarse! " "El heredero Min y el heredero Park, ¡su relación durará ?"

En otras circunstancias Jimin probablemente estaría decaído pero no era así . El omega creía que era mejor de esa manera, así evitaban silencios incómodos, y gestos para nada agradables del alfa a su persona como el día de la boda durante la cena...

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El bullicio del salón calaba en sus oídos, el frío de la noche empezabas a notarse mientras que hojas de los viejos árboles caían sobre el húmedo cesped.

Dentro del salón se llevaba a cabo el gran banquete, como también había algo de música para poner ambiente dentro de este. Jimin no quería formar parte de lo que era su misma boda.

Todos parecían brincar de alegría, celebrando la unión del año, como si está misma fuese propia. Estúpidos

¿Por qué él no se sentía así? Fácil, esto no le provocaba absolutamente nada.

Desde que la ceremonia inicio no ha dicho ni una sola palabra, y realmente agradecía que fuese así. Su ánimo ha decaído desde que su madre de dijo:
"- Vas a casarte, y no es pregunta "

Desde entonces se ha mantenido alejado de todo lo relacionado con los preparativos, dejando su madre a cargo de ello.

Él no esperaba casarse a sus 23 años, se imaginaba trabajando en un buen puesto, siendo independiente, y tal vez, en un futuro casarse y tener uno o dos hijos.

Tal parecía que su madre no lo dejaría en paz.

- ¡Jimin, que haces ahí afuera. Puedes resfriarte! - rodó los ojos ante la aguda voz que le hablaba desde la puerta de su habitación.

- Lo siento madre - suspiro, mientas la mujer lo mira con molestia.

- No sirve de nada tu disculpa, los invitados quieren conocerte Jimin, vamos - ante lo mencionado bufo en respuesta.

- No quiero ir abajo - dijo mientras regresaba la vista a el balcón donde se encontraba antes de que su paz fuese interrumpida.

- No seas egoísta Jimin, esto podría traer beneficios. Anda - no hubo objeción, no servia de nada objetar.

Salieron de la habitación en total silencio hasta llegar a las escaleras.