𝟢𝟣:𝟢𝟣 ࣪ છ֢ Heeseung es un alfa exitoso, durante el dia es el dueño de una exitosa cadena de restaurantes. Pero cuando cae la noche, se convierte en el líder de un club de carreras clandestinas. Una noche como cualquier otra un omega especi...
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– Maldito seas, Yuma...¿un sábado que me dejes dormir tranquilo? – Jake estaba enfadado de que su mejor amigo siempre lo despertará los sabados a una hora temprana con una llamada.
– Buenos días, bello ser, son las ocho en punto.
– ¡¿Que tienen de buenos, Yuma?!
– ¿Recuerdas que te dije que hoy saldríamos? Tenemos que ir a comprar ropa.
Jake soltó un bufido y colgó la llamada, no tenía otra opción más que levantarse y arreglarse.
– El día que me mudé a Japón no creí que fuera a sufrir de explotación. – Exageró.
Hace tres años que Jake se había mudado a Japón para seguir su carrera como chef pues una cadena de restaurantes lo había contratado para ser el jefe de cocina de una de sus sucursales.
Al llegar a Tokio, el golpe de realidad le pegó, él no sabía el idioma, ni el tipo de moneda, no sabía nada que no estuviera relacionado a la cocina. Para su suerte, su vecino había estudiado en Corea del Sur por lo que no le costó comunicarse con él y gracias a su ayuda había aprendido lo necesario para vivir cómodamente en aquel país desconocido.
O eso creía. Aquel chico se había vuelto su mejor amigo pero para Jake era un dolor de cabeza cuando se trataba de salir. Yuma era muy activo, todo el tiempo quería estar fuera, conocer lugares y viajar, en cambio, Jake prefería estar en su cama viendo algun drama de romance soñando con ser el protagonista algún día.
– Entonces, Jakey...¿estás listo? – La voz ajena lo sacó de sus pensamientos.
– ¡¿Cómo entraste?! – Gritó antes de tropezar con las cuerdas de su tenis.
– Dejaste abierto, deberías ser más responsable a la hora de cerrar la puerta.
Jake rodó los ojos, levantándose de su sofá para seguir a Yuma fuera de su hogar.
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