"Far ridere i polli"
(Hacer reír a los pollos)Italia, Venecia
El sonido de la campanilla lo hizo salir de su trance, parpadeó un par de veces intentando no sucumbir ante el sueño, mientras se disponía a esperar a la clienta que segundos atrás entró por la transparente puerta de vidrio.
Tal cual soldado, él no se movía de su sitio, permanecía firme sin hacer ningún movimiento innecesario, mientras observaba sin expresión alguna a la mujer que permanecía sin moverse.
Impasible notó la indecisión de la persona frente a él, se percató que a pesar de no haber nadie que impidiera que avanzara, ella no se había acercado al mostrador desde su llegada.
Comenzando a impacientarse decidió intentar hacerle presión con la mirada, dispuesto a ello bajó un poco sus párpados, dando un vistazo de aquellos penetrantes ojos que lo caracterizaban. Sin dudar, se mantuvo avizorante sobre la dama que hace ya minutos se encontraba en el local.
Curvó sus labios triunfante al ver que un escalofrío recorrió a la fémina, creyó que al atisbarla se apresuraría, aprovechando que aún era temprano y era la única que se encontraba dentro junto con él.
Incrédulo siguió con la vista sus movimientos, fijándose en como prefirió tomar asiento sin haber ordenado. Fastidiado supuso que era otra de las universitarias molestas, que sólo ingresan al local por la conexión a internet que este ofrece de manera gratuita a sus consumidores, basó su hipótesis en la apariencia juvenil que esta poseía, una tez tersa y una vestimenta bastante jovial.
Dispuesto a acercarse se apartó de la caja registradora, él no pensaba permitir que ella se quedara en el lugar sin consumir algo, no pensaba consentir que utilizara los servicios del lugar de a gratis, él no era como su compañera de trabajo, Hange, que pasaba por alto estás situaciones para no dejar de verse "simpática" ante los más jóvenes.
Él haría cumplir la normativa del negocio.
— Buenos días — saludó en su idioma natal, es cierto que iba a reclamarle pero lo cortés no quita lo valiente, se dijo a sí mismo — ¿Puedo ayudarla a ordenar algo? — culminó poniendo sobre la mesa el menú perteneciente al café.
Se detuvo un momento a observarla, sus ojos chocaron y ella rápidamente se apartó ante ese contacto, bajando la mirada nerviosa, comenzó a juntar los dedos de sus manos jugueteando con ellos, al percibir las acciones de la, para él, universitaria, se mostró curioso, notando como la mujer se tensaba cada vez más mientras apretaba los ojos, intuyendo él, que intentaba recordar algo. Ante eso, decidió hablar nuevamente.
— Si no recuerda cómo se llama lo que le gusta, puede buscarlo aquí — deslizó por la mesa el repertorio para dejarlo a la mirada de la fémina, esta al percatarse de su acción miró el laminado, para segundos después dirigirse asustada hacia él en súplica — Tiene imágenes — señaló él, abriendo el delgado cuadernillo, pasando su dedo índice por cada una de las ilustraciones.
Tratando de no suspirar le dió una ojeada al rostro de la mujer junto a él, sin evitarlo, al instante sus ojos se abrieron como platos al verla, aquellos ojos llororos ahora estaban brillando de emoción, observando los recortes sobre las páginas del menú. Llegado a ese punto, rendido, sólo se dispuso a parpadear repetidas veces, hasta que fue interrumpido por la pequeña dama que había bajo su barbilla.
Ella tiró suavemente de su manga y él al haberse quedado de pie tuvo que bajar su mirada, notando como ahora se encontraba cómodamente sentada, habiendo abandonado la insegura postura que mantenía cuando él decidió acercarse.
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Barista || Levi Ackerman x Lectora
Fanfiction"Conocí a un hombre que desprende aroma a café y vino." » Levi Ackerman x Lectora » Shingeki no Kyojin [A.U] [Esta historia no sigue los acontecimientos del anime y manga]