III

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"Come il calcio sui maccheroni"
(Como el queso en macarrones)

Un silencio sepulcral hacía eco en aquella habitación desde que un hombre rubio, de cejas pobladas, hizo presencia en el lugar, (Nombre) sudaba preocupada, dicho hombre tomó asiento frente a ella, siendo seguido por el pelinegro que la había atendido cuando ella entró en el café, acompañado de la alta mujer de anteojos, colocándose uno a cada lado del hombre rubio. Sonrió nerviosa, encontrarse en medio de las miradas de aquel trío le provocaba un frío que le calaba hasta los huesos, a pesar de ser primavera.

En esa situación se sentía como una criminal.

Bajó la cabeza como una niña pequeña a la cual recién habían regañado, por sus oídos pasaba la conversación que las tres personas frente a ella estaban manteniendo, ignoró esto, no tenía caso que estuviera al pendiente de sus palabras, de cualquier manera no entendería ninguna. La fémina suspiró, intentaba idear un plan para escapar de aquel hombre inglés que tenía el semblante de todo un policía, mordía el interior de sus mejillas con fuerza, su mente no colaboraba, no tenía ningún plan, pensó lanzarse de un salto por la ventana pero probablemente aquel gran hombre la detendría incluso antes de que ella se moviera de su sitio. Dejando escapar un suspiro fue interrumpida por una voz masculina.

Así que hablas español, ¿cierto? — El hombre de los iris azules como el mar le había hablado ¡y ella le había entendido!, abrió los ojos como platos, quería llorar de felicidad, casi saltando en su sitio, su mirada brilló, llamando la atención de todos los presentes cuando ella de un movimiento puso sus manos sobre la mesa frente a ellos, acercando su cabeza hacia los espectadores dando mayor visibilidad de su emocionado rostro.

¡Sí, sí! — musitó sin mover ni un dedo, las miradas ajenas dejaron de incomodarla y su atención se dirigió únicamente al hombre con mayor presencia en la sala.

Un gusto, soy Erwin Smith, el gerente del lugar — recto y formal, aquel inglés se presentó ante ella extendiéndole la mano en espera de un apretón, esta sonriente relajó todos sus músculos al escuchar aquella buena noticia, el rubio frente a ella no era un policía.

Su presencia es muy grata señor Smith — confesó ella contenta, apartando sus manos de la mesa y colocándose adecuadamente en el cómodo sofá del lugar — soy (Nombre) Tea, un placer conocerlo — sin esperar, extendió de igual manera su mano, aceptando gustosa el apretón de manos que le ofrecía el más alto.

Si no es mucha molestia, quisiera conocer la situación en palabras suyas — al separarse Erwin llegó al punto de la conversación sin más dilación, ella sonrió, esa era la actitud adecuada de un gerente.

Siendo breve, no sé hablar italiano y por lo mismo el joven aquí presente no pudo cobrar lo que consumí — directamente y sin dar información poco necesaria ella se explicó, mientras volteaba su mano hacia Levi dando a lugar que se entendiera a quien se refería. Tranquila fijó su mirada sobre el azabache, encontrándose con sus profundos ojos, al percatarse su temple se fue y nerviosa ante aquellos penetrantes iris, ella fue la primera en apartarse.

¿Qué tanto me mira? — preguntó Levi en su mente, mientras brindaba a la vista ajena su ceño fruncido.

Alejándose un momento de la conversación el de iris grisáceos se hundió en sus pensamientos. Intentando examinar su rostro con la mente, entrecerró los ojos recorriéndose a sí mismo, llegando a la conclusión que quizás se trataba de algo en su apariencia molestándolo, haciéndole recordar antiguos comentarios de la cuatro ojos con respecto a que parecía un pequeño joven, cosa que le disgustaba.

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⏰ Última actualización: Dec 23, 2023 ⏰

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Barista || Levi Ackerman x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora