Tiburones

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La brisa golpeaba sus rostros alegres. Bebiendo del mejor licor que compraron antes de zarpar. Todo salió como lo planeado lo que seguía era disfrutar una agradable noche llena de bailes y licor puro. El capitán "mike" sobrenombre puesto por sus colegas piratas regalo unas palabras de agradecimiento por su arduo trabajo en el combate de hoy. Ahora tenían que estar preparados para la próxima bienvenida en la isla siguiente.

— Agradable noche, ¡No lo crees matsu! — Gritó energeticamente.

La profunda risa de matsu resonó en sus tímpanos; se encontraba eufórico lleno de vida. Hace unas horas casi perdía la vida por su imprudencia pero el testarudo ( como suele decirle a Eduk) lo rescató a tiempo. El filo de su espada atravesó el estomago del enemigo. Como una simple hoja de pergamino se tratase. Las costas del pacifico eran conocidas por los combates entre piratas rufianes, que viajaban de distintos lugares para reunirse en ese mismo sitio. 

El barco triunfante se llevaría todas las pertenencias de los otros. en cambio recibían un pequeño botín de oro y un pase a la victoria siguiente en otra isla cercana. Su capitán y su embarcación tenían fama en muchos horizontes, por ser los mejores en combate espada a espada y ser costeños.

— Fue dura la batalla; ¡Nunca creí acertar más de un buen golpe!

Sus botas de cuero tocando el suelo del barco; que golpeaba el inmenso mar. Se encontraban en la proa disfrutando sus risas ruidosas. Eduk paso su brazo por encima de sus hombros; matsu ya estaba acostumbrado este tipo de tacto. Siempre lo hacían era su manera de festejar a solas con la luna en su máximo brillo y el cielo estrellado de compañía.

Se miraron a los ojos por unos segundos perdiéndose en la chispa de cada uno, matsu choco sus frentes mientras reía socarronamente. — Que bárbaro eres.— Masculló eduk.

Una voz los apartó de aquel momento. Su capitán  los estaba invitando al baile de victoria cosa que hizo emocionar a matsu yendo hacía el camarote, donde estaban los muchachos. El calor varonil desprendía por todos lados, cantando esa pegajosa canción que se les ocurrió. Pachin se le veía cansando pero aun así seguía tocando a todo martillar.

—¡Llegaron los triunfantes!  — Dijo micchy, uno de las manos derecha del capitán.

Ellos alzaron sus tarros de licor haciendo un rugir desde su garganta. El ritmo cambió y eso significaba bailar en par en par zapateando con sus cascos mientras evitaban "No evitar pisar a su acompañante." Cuando matsu quiso bailar con eduk mike jaló de su brazo dejandolo aturdido. Cuando era el momento de su turno aparecían más a separarlos. Provocando una molestia en eduk. A matsu esto le divertía hace mucho que no la pasaban tan bien después del suceso ocurrido hace tiempo. Se prometía a si mismo no llorar mas por eso, le era inevitable sentirse así...

— Por fin te tengo. 

Eduk apretujo fuerte el cuerpo de matsu así mismo sonriéndole ferozmente; cruzo sus brazos y empezaron a dar vueltas ambos. Ambos zapateaban al ritmo del tambor y comenzaron a cantar a buen pulso.

Gane, gane hoy yo gane. Me siento tan contento que me emborracharé!"

" A mi lado (mi lado) está mi tropa, el gran barco y el cielo me hacen sombra"

" Mi pasión (pasión) desborda, lagrimas y sudor están en mi ropa"

" Mi espada (espada) tan afilada es, como mi compañero frente a frente es tan fiel"

Gritos y risas resonaban por el lugar. La felicidad era el mejor oro que pudieron obtener en este día. La mayor riqueza en estos profundos mares inexplorados que atravesarían sin dudar.

— ¡Alcemos nuestros tarros en honor a kraken! Hoy no pudo estar con nosotros... Pero en donde quiera que este navegando ¡Lucharemos una ves más como el quiso! — Mike grito con lagrimas aproximándose en sus ojos. Era inevitable perder un compañero en embarcaciones peligrosas como estas lo llegaron a imaginar, pero estar preparados para ello es otro rumbo.

Peh zapateó y el tambor volvió a sonar y esta vez fueron separados por takeshi. Sus corazones danzaban alegres pero eduk no le agradaba la idea de separarse de su compañero. Era cierto que es el mejor en baile de todos los reunidos; pero la molestia en su rostro permanecía.

Volvieron a la proa para estar solos de nuevo ya que los muchachos estaban tan borrachos que no de percataron de su ausencia.

—Bailar hace que me de mucha sed. —Matsu se quito la camisa blanca que llevaba mostrando su cuerpo a la fría noche.

—No seas tosco, te enfermaras ponte un costal aunque sea.

Eduk se preocupaba mucho por su compañero a tal grado de estar siempre juntos a dónde sea. Si era por ir a buscar mujeres, hasta dormir juntos. Cosa que matsu admiraba tanto de eduk, por su destreza y confianza.

— Los costales estan sucios, me la pondre de nuevo. — Concluyó.

Una fuerte brisa golpeó sus rostros sacandoles sonrisas en el proceso estar asi juntos, compartir momentos era lo mejor que pudo pasarles a ellos. Pero todo principio y cariño fugaz tiene sus tentaciones.

Tentaciones que no pueden ser buenas y malas. Esa tensión entre ambos era mala y lo sabían muy bien pero no decían nada pero sus gestos, acciones decían todo lo que no podían decir.

 Hasta ese momento que aún, podían compartir todo...

—Solo quiero sonreír contigo de nuevo. — De sus ojos brotaron lagrimas. — Y-a no ver tu sombra embriagante a lado mío.

Matsu lanzó al mar recuerdos y una palpitante culpa.

BAJIFUYU WEEK 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora