Capitulo 3

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Érase una vez, pudding.

     Un día de clases normal. Terminando por hoy. Los niños y niñas salen de su tercer día de clases como estudiantes de secundaria elemental de vuelta a casa.

_Pudding-san, quieres ir por una bebida con nosotras? -me invita una amable niña de cabello negro y lentes rojos.

_Lo siento, hana-chan, no puedo, debo ir a casa!- me disculpo y me voy corriendo para llegar a casa.

_Por qué tanta prisa, niña mono?! -me habla burlonamente una voz que reconozco con disgusto. Volteo y enfrento con una dura mirada a un niño, de mi salón, con el cabello rrapado, y una sonrisa pedante.-Es que el sr de las bananas cierra temprano? O acaso huyes del circo de fenómenos del que escapaste?-Se ríe. Quisiera acercarme para golpearlo, pero la hora en mi reloj me dice que no tengo tiempo para ésto.

_Ya verás mañana! -le digo y salgo corriendo. Debo recoger a mis hermanos de la escuela. Llegar a casa y hacer el almuerzo rápido. Ir a trabajar medio turno al café mew mew, y volver para hacer la tarea. -Creo que hoy tampoco podré ir al trabajo. No a menos que quiera desvelarme.-me digo a mí misma. Me detengo unos minutos para recuperar el aliento.- La secundaria elemental es muy exigente... es muy difícil así...NO! Qué estoy diciendo?! Puedo con ésto! -Digo segura con las manitas formando unos determinados puños. Algo colorido llama mi atención, por el rabillo del ojo.

         Me doy cuenta de que me había detenido en frente de una tienda de ropa.

         En la vidriera se podían ver distintos modelos de atuendos. En particular, alcanzo a ver algo lindo. Entro rápido por la puerta y me dirijo directo a tomar la prenda. Era una linda chaqueta deportiva de estilo americano para chico. Las mangas eran de un tono lindo de amarillo y el centro era de un oscuro rojo. Los bordes de color negro con delgadas franjas del mismo color que las mangas.

Inmediatamente pensé en mi queridísimo amigo alienígena, Tart.

_Cuando taru-taru viene, no puede salir mucho, porque es difícil que pase desapercibido.-recuerdo todas las veces que e querido llevarlo al parque de diversiones, recibiendo una negativa de su parte; debido a sus ropas y orejas naturales de su raza. -Pero está chaqueta le quedaría muy bien, para que pudiera salir conmigo y mis hermanos.-una ilusionada sonrisa se extiende por mi rostro. Pero la sonrisa dura poco. Me debo ir. Dejé la chaqueta en su lugar y volví a correr por las calles para ir con mis hermanos.

Más tarde.

_Hermana mayor! La hoya está botando la sopa!-avisa heicha, una de mis hermanitas, señalando la estufa.

_WAAaa!! No te acerques! Yo voy!- contesto levantándome de la mesa, en la que hacía mi tarea, dejando volar mi lápiz y arrugando un poco las ojas del cuaderno en el proceso.

        Apago la estufa y levanto la tapa de la hoya, quemándome por accidente con el vapor. Resisto y atiendo lo que quedaba de la sopa.

_Todos a la mesa!!! -llamo a todos mis hermanos mientras sirvo los platos. Los pongo todos en una bandeja para caminar a la mesa. Pero solo estaban tres de los cinco hermanos.-Donde están Hongcha y Huacha?-pregunte dejandole a cada uno su plato en frente.

_Se quedaron viendo la televisión.-respondió Lucha. Dejé los últimos dos platos en la mesa y fuí por esos otros dos hermanos.-ah, hermana! -Me llama alguno de los que están en la mesa, pero sigo caminando a la sala.

TMMNew a la modeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora