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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

"Esta es mi casa"

Goku abrió la puerta rápidamente y se echó sobre el sofá, sin importarle nada más que eso.

Tsukiumi revisó los alrededores, era un hogar normal. Cuando vio a Goku recostado, se enervó.

-¡¿Quién crees que me va a enseñar la casa?! -preguntó la rubia con una gran vena en la frente.

"Qué mujer más pesada"- Goku suspiró.

-Tienes ojos para ver supongo -señaló Goku suspirando y alzó la mirada, viendo a Tsukiumi enojada- Ah, hay un baño y un cuarto por ahí.

-Tsk, como Ashikabi eres detestable -la chica frunció el ceño resoplando y caminó todo recto.

-Ya que lo mencionaste, ¿qué es todo eso de Ashikabi? -preguntó Goku comiendo papas fritas.

Tsukiumi regresó al salón; viendo que Goku no quería moverse, elevó su cabeza y la puso en sus muslos, dejándole con una ceja arqueada.

-Esas chicas de antes y yo somos Sekirei, buscamos a un Ashikabi para darnos alas y así poder participar en el torneo -dijo Tsukiumi.

-¿Alas? ¿Torneo? -preguntó Goku perdido.

-Las alas nos hacen ser Sekirei completas y aumentan nuestros poderes -respondió ella- El torneo será una batalla entre todos nosotros.

-Es decir, ¿un duelo entre ustedes las Sekirei y sus Ashikabi? -preguntó Goku, si había entendido bien. Aunque no le interesaba mucho la verdad.

-Sí, la pareja que quede será la vencedora del torneo -Tsukiumi le explicó, y Goku la entendió.

-Comprendo todo, pero tengo una pequeña preguntita -Goku se llevó la mano a la barbilla- ¿Qué pinto yo? ¿Por qué me escogiste a mí?

-¡Porque quiero! Y no puedes negarte, ¿oíste? -exclamó Tsukiumi entrecruzándose de brazos.

No le daría a Goku el lujo de oír que su corazón se puso frenético y la única forma de calmar eso era mediante un beso, que terminó sucediendo.

Esto porque quizá eran compatibles como Sekirei y Ashikabi. En verdad Tsukiumi no quería pensarlo. Ya que finalmente, tenía sus alas.

-Bueno, tienes pollo en la nevera -dijo Goku bostezando mientras se levantaba de su sofá.

-¡¿M-me has oído?! -le demandó Tsukiumi.

-Sí, voy a bañarme, chao -respondió Goku marchándose hacia su cuarto para tomar su toalla. Tsukiumi chilló, esto era demasiado.

Goku tomó su toalla, quería creer que esto era una broma de mal gusto pero sabía que el mundo ocultaba muchos secretos mágicos.

Incluso él tenía poderes mágicos, aunque jamás los pidió. Asi que lo de las Sekirei no era descabellado. Pero igual. No le interesaba.

Goku entró al baño y al abrir la puerta de la ducha, pudo ver que Tsukiumi estaba desnuda.

Su cuerpo fantástico estaba ante los ojos de Goku, aunque claro para él, eso era lo de menos.

-Eeeh, ¿hola? -el chico estaba perdido.

-Algún problema, ¿Ashikabi-sama? -preguntó Tsukiumi con una sonrisa dulce y Goku suspiró.

Esa sonrisa era bastante falsa.

-Bah, hagamos esto rápido, ¿te parece? -Goku entró y accionó el botón de la ducha. Comenzó a salir agua fría, la cual cesó de salir de repente.

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