Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.
"¡Estás castigado!"
Un hombre señaló una puerta con el ceño fruncido mirando a un chico joven pelinegro.
Aquel chico rechistó y escuchó unas leves carcajadas detrás de él, tres personas habían sido los causantes de esto y él lo pagó caro.
Básicamente los tres se pusieron a hablar en medio de clase y cuando el profesor pidió cuentas le señalaron a él, que era inocente.
-Son Goku quiero que me firmes el acta de expulsión en el consejo estudiantil -habló aquel hombre con un tono más sereno que antes.
-Sí -se limitó en decir Goku suspirando.
Goku salió de la clase con su libro y con su cuaderno, ya de camino al consejo estudiantil.
La escuela Kuoh era bastante grande, y más luego de la remodelación cuando empezaron a admitirse a estudiantes masculinos al centro.
Claro esto ocasionó que hubieran más chicas que chicos, lo que desembocó en la aparición de bastantes pervertidos, como los tres de antes.
Tanto así que son conocidos como "el trio de pervertidos", y por desgracia Goku era su amigo.
"¿Otra vez por aqui?"
Una voz gélida se oyó cuando Goku abrió la puerta del consejo estudiantil, había una chica sentada en un escritorio con muchos papeles.
-Eeeh me declaro inocente -contestó Goku sonriendo mientras rascaba su nuca nervioso.
-Sí, sí, anda tráeme eso aquí -la chica suspiró ajustando sus lentes y Goku le extendió el papel.
La chica lo firmó y lo dejó en el escritorio.
-¡Gracias Sona! -exclamó Goku alegremente.
Sona era la presidenta del consejo estudiantil, ella firmaba los papeles y se los daba al director.
Pero en el caso de Goku había hecho la excepción, pues con tantas faltas acumuladas seguro ya le habrían expulsado del centro.
De tantas veces que había venido Goku aquí, hasta habían formado ya una pequeña relación.
Los profesores le mandaban ahi por no hacer tareas, por participar poco en clase, y por más.
Y casi siempre acababa aquí.
-¿Qué te dije sobre los honoríficos? -preguntó Sona brindándole una mirada no tan amistosa.
-No sé, tengo memoria a muy corto plazo -respondió Goku sentándose sobre el sofá de al lado y abriendo una lata de jugo de naranja.
-¿Cuándo empezarás a portarte más en serio? -Sona retiró sus lentes y le miró seria, de frente.
-¿Quieres? -Goku le extendió otra lata de jugo.
Sona le miró cruzándose de brazos y Goku suspiró rascándose su nuca, asi que se sentó.
-Vaaale, está bien, no fue mi culpa, fueron esos tres tontos -explicó Goku encogiendo sus hombros- No hice nada malo. No esta vez.
-Deberías escoger mejor tus amistades -habló Sona seriamente- Pero ese no es el punto, debes tomarte todo esto más en serio o acabará mal.
-Al revés, eres tú quien debería relajarte Sona-chan -dijo Goku levantándose sonriendo.
-¿Qué te dije de los... aaaah? -iba a preguntar Sona hasta que ahogó un sutil gemido de placer.
-¿Ves? Hay mucha tensión en tus hombros -respondió Goku masajeando la zona- Bastante.