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TH. Junio

- Felices vacaciones, ¡Taehyung!. -

El equipo terminaba de celebrar nuestra última victoria de los primeros semestres, a penas entramos a la universidad nos llevamos todos los premios existentes dentro de los campus de la ciudad en la escuela.

A duras penas y me había convertido en capitán, Hoseok solo se la pasaba alabando nuestros trofeos en los anaqueles de la universidad.

Hoseok, un chico un poco más alto que yo y con una sonrisa que opaca hasta el mismo sol; fuimos amigos en la preparatoria y ahora en universidad, él va a otra carrera diferente a la mía, pero compartimos un par de clases juntos. Si pudiese describir al positivismo y la exigencia en una persona, seguro qué sería en él.

Sin embargo, todos los trofeos del mundo no me serían suficientes jamás.

Mí padre, un hombre atleta respetable que jugaba en las grandes ligas de basketball de nuestro pueblo y ciudad cercana, había fallecido junto a mí madre en un accidente automovilístico cuando yo estaba en primaria.

Apenas era un niño cuando tuve que mudarme a otra ciudad con mis abuelos; intenté tantas cosas, todo, mientras no fuera baloncesto, me recordaba a mí padre.

En ese tiempo recuerdo qué escapaba de la realidad de perder a mis padres escribiendo pequeñas historias dónde vivía en otro mundo, dónde estaban mis padres aún conmigo.

Ese sentimiento de soledad me hizo intentar llenar mis vacíos con gente, nunca podía estar solo, me aterraba la idea de no tener a mis abuelos o a mis amigos. Pero, el tener compañía todo el tiempo cuesta, a mí me costó mí salud mental y mi verdadero yo.

Ya ni siquiera sé quién soy hoy en día.

Pero había algo, algo qué retomé y me trajo compañía, amigos y gloria, pero ese algo no era suficiente.

- ¿Volverás a inscribirte al equipo el próximo semestre? - sonrió Hoseok tomando las correas de su mochila

- No tengo otra opción, ¿O sí? - reí tranquilamente, en realidad no la tenía.

— ¡Deja de bromear, Tae! — golpeó suavemente mí hombro —. Recuerda nuestra promesa -

— Gloriosos y exitosos en el baloncesto, lo recuerdo. —

- Nos vemos el próximo semestre, Tae - dió una palmada en mí espalda y se echó a correr -. ¡Iré a visitarte a tú casa, lo prometo!. -

No es como si me diera incomodidad que alguien pase a mí espacio personal, mentira, tengo tremendo estrés cuando veo a alguien más hundido en mí cama perfectamente arreglada.

Suspiré pesadamente, mientras caminaba hacía mí hogar, desde qué salí de preparatoria decidí vivir solo en unos departamentos, no era algo espectacular, pero la colonia era comoda y los vecinos no se la pasaban gritando.

Menos uno de ellos, ese rubio voz de niño pequeño y rabietas como si estuviera en kinder.

— Ay no. — deslicé mí mano por mí cara con frustración; Jimin estaba sentado en la banqueta de los departamentos con una bolsa de quién sabe qué.

Just like magic _Kookv AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora