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— ¡Tú!. ¡¿Dónde está Jungkook?!. — intercepté a un chico de su año.

El chico balbuceó, con la sorpresa de qué un chico mayor le hablara tan rápido.

— ¡Rápido, rápido!. — chasquee mis dedos en su cara

— ¡Natación!. —

Sin decir nada más, asentí y corrí hacía el edificio de los nadadores, un poco cerca de donde estaba. Pero, considerando que estaba separada por un patio, el sol después de las diez de la mañana no era algo que me gustara mucho.

« Si Jimin encuentra primero a los chicos soy un hombre muerto ».

Al menos tendría la oportunidad de pedirle opinión sobre contarle la verdad a todos sin que Jungkook se desmaye cuando le dé la noticia.

Cuando llegué al edificio, el aire no era suficiente. Me pasé como si nada por la recepción, y dos personas que estaban detrás de la barra de registro me persiguieron.

Cuando entrabas a las regaderas el aire ya se sentía muy pesado y caliente, algo normal ya que el edificio guarda mucha humedad por la piscina.

Tuve que quitarme la camisa de botones que llevaba, dejando solo mí playera blanca debajo de mí camisa para no sentirme tan sofocado.

— ¡No puede entrar aquí sin autorización!. — escuché a una de las chicas de recepción. La cuál se detuvo cuando entré a los vestidores de hombres.

— ¡Lo siento! —  me tapé los ojos hasta que pasé los casilleros.

Empujé la puerta y la luz que reflejaba la piscina casi me ciega. Había un montón de gente, todos estaban dentro de la piscina por equipos o hablando fuera de esta entre ellos y ellas.

«Que carajos, no sabía que medio campus estaba en natacion ». A duras penas podía pasar estando repleto de gente.

Un chico salió corriendo del otro lado. Ví a la chica de recepción entrar junto a otra chica más alta que ella buscándome con la mirada.

— ¡Jungkook!. — grité abriéndome paso entre los equipos, con ese gorro ridículo nunca podré encontrarlo.

— ¡Chico!. — gritaron las dos chicas viéndome salir de la esquina de la piscina.

« ¿Por qué tanto escándalo? Es solo un club, ni que me hubiera escapado de prisión ».

Miré en la parte frontal de la piscina, había unos trampolines gigantes. Iba aumentando, el primero eran cuatro metros. Creo que de ahí me sería lo suficiente posible para poder gritar y hacerme escuchar.

Corrí hacia esa esquina, las chicas que me perseguían gritaban que me detuvieran, pero todos estaban lo suficientemente confundidos como para reaccionar.

Al subir, me puse en la orilla, viendo todos los alrededor. Aunque una parte de mi sintió el terror al ver cuánto había subido; considerando que no sé nadar y la piscina que tenían con mis abuelos me aterraba de niño. Aunque esa cosa era inflable y yo creía que vendría un cocodrilo a arrancarme la cabeza.

— ¡Jungkook!. — grité de nuevo.

Ahí estaba, en el mismo carril dónde estaba el trampolín. Tenía una gran sonrisa y una chica flotando, con sus brazos sosteniendola por la espalda.

El maldito solo miró a todos lados como tonto cuando escuchó su nombre, mirando hacía arriba y por fin tomándose con mí mirada.

“— Te mataré cuando lleguemos a casa —” susurré haciendo señas.

La chica de recepción empezó a llegar al final de las primeras escaleras. Y lo supe cuando voltee hacía atrás, corrió hacía mí haciendo mover todo el trampolín.

— ¡No te muevas!. — gritó

Se resbaló por el agua que estaba en le trampolín y sus pequeños tacones de aguja, haciendo mover aún más el trampolín; la chica logro agarrarse de las orillas del trampolín, pero este me alzó por lo grande qué estaba, haciéndome resbalar y golpearme en la muñeca al tratar tomarme de la esquina para no caer.

Mí sangre interna bajó hasta mis piernas, y juro que sentí ganas de hacer pipí cuando caí los cuatro metros hacía la piscina.

— ¡Hija de... ! — se escuchó mí grito antes de qué mí espalda azotara contra el agua.

« Es por puro milagro que no haya explotado esta universidad con mis propias manos. O que no le meta una tremenda demanda por... no sé, existir». Pensé, mientras me hundía en la piscina.

Oh, sopresa. La parte de los trampolines era para los clavados y esa parte de la piscina media más de cinco metros de profundidad.

Intenté nadar a la superficie -ni de cerca lo logré-, hasta que se vio un tonto con un gorro ridículo hundirse a toda velocidad a por mí.

« Ya, déjame morir. Todo es mejor que volver a despertar mañana y regresar a la universidad. Son todos unos hijos de puta ».

Hubiera dicho eso, si mí cabeza no estuviera buscando todo para sobrevivir y tomar la mano tatuada de Jeon.

“¿Cómo esconder un cuerpo? Google respuestas».

Me enrolló las piernas al rededor de su cintura y comenzó a subir. De ver casi nada, pase a qué la luz de la superficie me iluminara la cara.

Le dí un golpe en la cabeza antes de subir, y este me miró enojado a través de los googles. Salimos del agua y yo tomé la bocarada de aire más grande de la historia, mirando a todos lados con desesperación y aferrándome a los hombros de Jungkook.

— ¡Taehyung!, ¡¿Estás bien?!. — se quitó los googles y el gorro, dejándolos caer por el agua y tomando mí cara con desespero.

— ¡¿Qué carajos haces?! ¡Tráelo a la orilla!. — se escuchó una voz masculina.

Por mi parte, no dejaba de toser. Jungkook me sacó a la orilla de la piscina, dejandome caer sobre mis rodillas y sacar todos los mocos que tenía atorados desde el año pasado, intentando sacar el agua que había tomado.

Lo peor que pensé no es que me iba ahogar, si no, cuánta agua con pipí había tomado.

— Hijo de... — susurré mientras golpeaba mí pecho.

— ¡¿Que carajos haces aquí?! — Jungkook me golpeó la espalda para poder ayudarme.

— ¡Así te quería agarrar, maldito desgraciado!. — tomé su cabello y lo jale.

— ¡Oye! — me separó de él uno de los maestros que corrió en cuanto escucho gritos en la sala —. ¡Vas a recibir un buen castigo, niño!. Traigan una toalla y llevenlo a dirección, ¡Ya!. —

Una chica enrolló una toalla a mí alrededor, las dos de la recepción me tomaron de los hombros y me levantaron para llevarme a recepción.

— ¡Casi me matas del susto Jungkook! — escuché la voz de una chica mientras me alejaban para sacarme —. ¡¿Por qué me sueltas?! —

« Y yo creando escenarios ficticios dónde adoptamos un gato y somos felices en una casita con jardín, me vieron la cara. ».

Just like magic _Kookv AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora