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𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗘𝗦𝗧𝗔𝗕𝗔 temblando, estaba con piel de gallina, nunca había visto a su padre ser así, el se lo había prometido, pero no lo cumplió, 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿𝗼𝘀𝗼, el era un monstruo, siempre se la habían dicho, pero nunca había hecho caso a esos llamados, tenían razón.
Habían once personas arrodilladas, todas en línea recta, había un adolescente, un pelirrojo, un chico con rasgos asiáticos, un hombre algo robusto, una dos chicas morenas, una más que la otra, otra con rulos en su cabello, un hombre con una manta el cual parecía enfermó, un chico con una campera azul, un hombre el cual parecía que estaba cagado hasta las patas, su sudor caia como cascada en su rostro, por miedo, y una chica la cuál parecía enferma también ella, podía ver cómo se agarraba su parte baja de la panza y hacía gestos de dolor, podrían ser contracciones, también su periodo, pero no creo que hagan tanto por eso, puede que este embarazada, oh mierda! Estaba embarazada!
Las mirada de horror que antes iban dirigidas a su padre ahora estaban en ella, en el rostro de ella se podía apreciar perfectamente la decepción hacia su padre, las personas de ahí en su rostro aumento su miedo, la chica lo había llamado 𝗽𝗮𝗽𝗮, no podían creer que hayan dos de ellos, y era peor si eran igual de crueles.
──Oh, cariño, al fin despertaste -se acerco a ella con nerviosismo por su reacción y paso su brazo por los hombros de ella- Muchachos! está preciosura que ven aquí, es mi hija!
──No me toques! -grito la muchacha dándole un manotazo en el brazo- me mentiste, me mentiste, ME MENTISTE!
La chica grito incontables veces esas palabras, mientras daba golpes en el pecho del hombre, como si eso fuera a cambiar algo, el hombre miro a cuatro de su hombres, entre ellos Mike, estos entendieron su mirada al instante y se fueron acercando sigilosamente a la chica para que no se de cuenta, pero fue fallido, Megan se dió cuenta de lo que sucedía, miro a Mike con aún más decepción que su padre, el lo estaba ayudando a cometer ese crimen, cayó en cuenta de que uno de los hombres se iba a abalanzar sobre ella, así que preparó su puño con todo su enojo acumulado en el y lo dirigió a la barbilla del hombre, haciendo que este caiga noqueado, después vino otro, al cuál no sabía de dónde había sacado esa acción suya, agarró su cuchillo y corto el cuello se este, haciendo que su rostro y cabello se manchen por el líquido rojo que salía del corte, el otro hombre al ver lo que sucedió con sus amigos retrocedió pero no tuvo suerte tampoco, la chica, le hizo una llave, dejandolo en el suelo, se levantó con velocidad y le dió una patada en la cara, miro al último, a Mike, el cual miraba perplejo a su amiga, nunca la había visto pelear así, en tan solo segundos tiro abajo a tres hombres más grandes que ella.
