SHERLIAM ♧♤》 One-Shots

{ HAMBRIENTO •especial Halloween• }

William Corría sin miedo en las calles de Londres ¿por qué digo esto? Porque Moriarty es un vampiro. Sus colmillos brillantes y se veían con solo abrir ligeramente la boca, por eso era Halloween el único día en el que podía salir sin esconder nada.

Ese día estaba muy hambriento, no había bebido sangre durante dos días y el límite para un vampiro eran cuatro, su desesperación por encontrar a alguna alma en pena aumentaba cada segundo, por desgracia, era Halloween ¿quién no iba en grupo?

Tal es el caso que sus piernas ya corren solas hacía la única persona que pasaría estas fiestas solo, dormido o experimentando.

- ¡No lo hagas, por favor!

Hudson fue quién le abrió la puerta, y por un segundo sintió sus colmillos sudar y las ganas de comerse a alguien quién no fuera "él" le abrazaron, sin embargo se ilusionó demasiado rápido pues poco después tres mujeres aparecieron detrás de esta.

- V-vengo a visitar al Sr. Holmes. - Intentó sonreir.

Hudson dudó un poco pero acabó cediendo, recordaba a un tal rubio del que tanto hablaba Sherlock, diciendo que era un genio y que era... Hermoso.
Cerró la puerta y miró hacía las escaleras, ahí, vio a William subirlas con frenesí.

- ¿Habrá pasado algo?

- ¡Venga, Hudson, Adler le está quitando el dinero! - Gritó una de las mujeres en la puerta de la cocina.

- ¡Ya verá!

Y entró, sin tomarle más importancia. Arriba fue otro asunto, el Moriarty tocaba sin parar a la puerta hasta que Sherlock le abrió.

- ¿Liam? - Se preocupó, tenía muy mala cara, más pálido de lo normal.

- Sherly, tengo un favor que pedirte.. - Se sujetó el estómago. Sonrió tristemente al ver sus mejillas tornarse rojas, es verdad que es la primera y última vez que lo llamaría así.

- ¿A-acabas..?

Se enderezó y lo besó rápidamente en los labios, hambriento y sediento de más y más Sherlock, este detective lo era todo para él y encima...

Lo muerde, Holmes lo miraba con sorpresa pero no se quedó quieto, lo abrazó; el que William fuera un vampiro nunca fue un secreto para el detective. Apartó los dientes después de chupar un poco y susurró un lo lamento entre lagrimas.

- Está bien.. Y-yo también te a-..

Los labios ajenos lo volvieron a interrumpir, desde ahí mordió su lengua y se alimentó del beso, aprovechó cualquier roce entre ellos para intentar convencer a su instinto de parar. Pero cuando lo hizo ya fue tarde. Sus ojos rojos tan intensos como la propia sangre se aclararon y el brillo en estos volvió triste, pensar que el único hombre que llegaba a su altura y más, a quien respetaba y amaba estuviera muerto enfrente suya, desplomado en el suelo con la piel pálida y los ojos secos.

- Sherly.. - Sonó su voz tan quebrada como su corazón. Se arrodilló, el peso de la culpa y la depresión lo consumieron en mil pensamientos los cuales todos llegaban a una solución: la muerte.

Ya no había detective por la que valiera la pena vivir, no había Sherlock para detenerlo y todo por su hambre; su maldita culpa.
Lloró mientras se levantaba temblando, sollozó mientras partía una pata de la mesa, y por último susurró lo que probablemente era un discurso tradicional para vampiros a humanos antes de alzar la madera con las dos manos.

Se lo clavó en su cuello con la verdadera fuerza de su raza y cayó de cara en el pecho de Sherlock, ahí sonrió y cerró los ojos.

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Holaaa :)

Siento tardar con este especial Halloween, no tenía tiempo y empecé los otros (añadiendo uno para BANANA FISH) dejando este el último (además de que me había hecho maratón de plátano pescado)

Gracias por leer.

Espero les haya gustao.

SA-YO-NA-RA