Prólogo 🧶

14 2 1
                                    


–¿Por qué te crees todo lo que dicen por ahí?-Cuestione ya enfadandome un poco.

–Es que, dios, no lo entiendes Agatha.-Me habló con un tono frío que nunca escuche de sus labios.

–¿Que se supone que no entiendo?

–Todo Agatha, todo, no me estoy creyendo lo que la gente dice.-Toma una bocanada de aire antes de seguir.- Nuestro tiempo ha terminado, ya no es lo mismo que antes Agatha, nuestro error fue empezar tan pronto nuestra relación, admitelo.-Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas.

–¿Me estás diciendo que nuestro supuesto error fue amarnos siendo adolescentes? Es enserio que me estas diciendo esta mierda Luke, no me lo puedo creer.-Me mordí el labio inferior mientras negaba con la cabeza, sentí como las lágrimas empapaban mis mejillas.

–Agatha éramos adolescentes hablando de amor.-Me habló mientras me miraba a los ojos fijamente, ya no volvería a perderme en sus ojos grises, ya no...

–Lo siento Agatha pero nos estamos haciendo daño mutuamente, lo más sensato sería dejarlo.-Cerre los ojos al escucharlo, joder como me estaba doliendo esta mierda.

–¿Tu quieres eso?-Pregunté en un susurro.

él cerró los ojos antes de hablar.

–Si.-Dijo decidido.

–Vale.

Podría jurar que escuchaba mi corazón rompiéndose poco a poco, como cristales, como un vidrio roto, me dolía mucho el pecho.

–Ha sido un placer estar en tu vida Agatha, gracias por dejarme ser la persona que ha estado a tu lado desde los 15, gracias por haberme dado tus primeras veces y sobre todo gracias por dejarme ir.

–¿Te arrepientes de salir conmigo, Luke?

–En absoluto, te he amado con todo mi corazón.

Sentía como más lágrimas caían si eso podía ser posible.

–Ha sido un placer Agatha.

–Ha sido un placer Luke.

–Cuidate mucho Agatha y, por favor, sé feliz, júrame que vas a ser feliz.

–No te puedo prometer algo así Luke y lo sabes, no después de esto.

–Por favor.

–Lo intentaré.

Sabía que era mentira, sabía que después de esto no me iba a recuperar más, había abierto una brecha en mi demasiado grande como para ser sanada.

Vi cómo su silueta se iba yendo poco a poco, estaba dejando ir al amor de mi vida, por que despues de el no creo amar a otro hombre tanto como lo ame a él.

Me había dejado rota y se había ido, como todas las personas de mi vida. 

El hilo rojo que nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora