We can try again ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO VII

El tiempo pasó demasiado rápido, tanto que no supieron cuando había pasado un mes desde su ruptura. Las cosas marchaban relativamente bien entre ambos, Jeongin invitaba a salir de vez en cuando a Hyunjin para hablar o solo pasar el rato, pero cada vez sus ánimos bajaban más al no ver ningún indicio por parte del mayor en querer algo más.

Quizás debía ser un poco más paciente.

Era fin de semana, las vacaciones por fin llegaron. Jeongin se sentó en el sofá para ver alguna serie, estaba aburrido, pero no tenía planes ni ganas de salir, aunque Seungmin le había dicho que fueran a dar una vuelta en la ciudad, a lo cual, tuvo que negarse, su plan de comer y ver series o películas sonaban mucho mejor para él.

Iba por la parte más interesante del capítulo cuando golpes insistentes sonaron en su puerta. Frustrado, apagó la televisión y se dirigió con pereza hacia la puerta, arrastrando sus pies que estaban dentro de unas bonitas pantuflas de ardilla que Hyunjin le había regalado en alguna ocasión, porque según él, eran iguales.

Al abrir la puerta, sus ojos se iluminaron con emoción, esbozó una enorme sonrisa y se lanzó a los brazos del más alto, abrazándolo con mucha fuerza. Lo había extrañado demasiado.

—Innie~ suéltame~

—No—hizo más presión a propósito—Tú, desgraciado, me abandonaste—le dijo con el ceño fruncido.

Minho escapó de los brazos del menor como pudo, lo estaba abrazando con la intención de lastimarlo y ya se estaba empezando a sofocar.

—¡No huyas! —gritó el rubio cuando el más alto entró a rápidamente a su departamento.

—¡Vas a golpearme, lo sé! —dijo a través de la puerta del baño.

Jeongin rodó los ojos, exagerado, pensó.

—No te haré nada, sal de ahí, tienes un año de no verme.

El pelinegro salió de su escondite, viendo al menor que estaba esperándolo con los brazos cruzados. Le sonrió con temor antes de salir completamente del baño.

—Antes que nada, lo siento, sé que he sido un mal amigo.

—¿Mal amigo? Ja—lo miró con seriedad—Has sido un pésimo amigo, no mereces que me sienta feliz de verte, no volviste a aparecer como siempre—hizo un puchero, molesto.

—Entonces si estás feliz de verme—sonrió ampliamente—Mi Innie~ no estés molesto~ —dijo con voz aguda mientras apretaba sus mejillas.

Jeongin no tuvo más opción que ceder, no podía enojarse por siempre, y aunque lo había dejado casi olvidado, estaba emocionado.

Ambos tomaron asiento en el sofá mientras comían algunas galletas que Jeongin había puesto en un gran tazón, habían pasado demasiadas cosas en la vida de ambos en todo el tiempo que estuvieron sin comunicarse, así que tenían toda la noche para hablar sobre eso.

—Te dije, Hyunjin no era para ti, soy mil veces mejor—bromeó el pelinegro.

—Tal vez, no lo sé—se encogió de hombros.

—Pero no, el niño quería estar con el fuckboy.

Jeongin rió, hacer bromas sobre el tema era mucho mejor que lamentarse. Ya había pasado un mes, no le dolía como al principio, pero el vacío en su pecho se mantenía constante. Olvidar una relación de tanto tiempo era muy difícil, porque además de haberlo perdido como novio, también bien lo perdió como amigo.

—Cuando empecé a salir con él ya no era así.

—Te creo—rió—De todas formas, vas a salir de esta, siempre sales de todo lo que te pasa, eres muy muy fuerte, solo es un chico, sigues joven y guapo, encontrarás a alguien más—le dijo con suavidad, tratando de animarlo.