— Amigo, creo que deberías de decirle — dice Zed a un devastado pelirrojo. Sett tenía un plato vacío de lo que fue alguna vez una hamburguesa con papas.
Al final si había salido con Zed, como le había dicho a Aphelios.
— ¿Y si se enoja y me deja? — se lamenta Sett, poniendo su cabeza en la mesa. Estaban en un restaurante-bar de un amigo de ellos. Era muy tranquilo. Sett no sabía que Ahri había hecho una jugada mala con Aphelios.
— Aphelios es la mejor persona que vas a conocer en tu miserable vida — le dice con dureza el peliblanco —, no creo que se enoje si le dices la verdad. Aparte... No has intentado nada ¿verdad?
— No, nunca lo haría. Nunca traicionaría a Phel. Y sé que él es la mejor persona que tengo en la vida aparte de mi mamá.
— No entiendo porque te llamó la atención Ahri, la chica les coquetea a todos en la oficina — dice Zed, comiendo una papa —, tienes a un chico enamorado de ti en casa, él es atractivo, ni siquiera ocupa ponerse la mejor ropa para verse bien.
— Oye no hables así de mi pareja — se queja Sett, pero sabe que Zed tiene razón. Sabe que Aphelios, aun con ropa cómoda, se ve muchísimo mejor que él. El chico pelinegro tenía esos rasgos que hasta con una bolsa de basura se vería mejor que cualquier modelo de su empresa. Tal vez por eso, algunas veces el chico modelaba alguna ropa de su propio trabajo. Eso es porque su jefe desde que vio a Aphelios le insiste demasiado en que lo invite a trabajar con ellos —. Solo considero Ahri una amiga, es la primera vastaya que no me hace menos — dice dejando caer su cabeza.
— Solo digo la verdad, ten en cuenta las veces que Aphelios viene a la oficina — le dice ignorando lo último. Sabía el pasado tormentoso de su amigo, pero creía que no era suficiente justificación para ocultarle lo que había pasado.
Sett recuerda esas veces. Recuerda que le tuvo que decir Aphelios que ya no viniera a su trabajo por lo mismo. Sus compañeros y compañeras decían que su novio parecía un modelo y que, si se descuidaba un segundo, se lo iban a robar. Hasta su propio jefe le dice eso.
JA, como si fuera hacer eso posible.
Pero ahora...
Su celular vibró dos veces.
Lo sacó para ver quien le había mandado mensaje. Uno era de Aphelios y otro de Ahri.
"Se me olvido decirte que voy a salir con mis compañeros de trabajo, espero que te la pases bien. No sé a qué hora regrese xx"
Su mano apretó el celular al leer lo último.
Vio que Ahri le había dicho que había sido grosero al ignorar su invitación, pero la ignoró y borró su contacto. No le interesaba. No más malentendidos ni nada que lo distrajera de su relación. Aphelios era suyo, y él era de él. Nunca cometería tal acto de deslealtad. No sería como su padre que había engañado a su mamá con otra mujer.
— Aphelios salió de fiesta — dice Sett, leyendo otra vez el mensaje. Zed lo mira con sorpresa. Aphelios siempre ha sido un chico reservado, él prefiere estar en su casa viendo alguna película que salir.
— Tal vez se cansó de que no pases tiempo con él y busqué alguna distracción — comenta con intención de molestar. Y lo logra. Nota con satisfacción que Sett frunce el ceño y las venas de sus manos se marcaron más al apretar el celular.
— Bueno, ¿eres mi amigo o mi enemigo? — pregunto molesto Sett. Zed se encoge de hombros.
— Soy amigo de los dos, y se me hace injusto lo que haces.
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El amor que fortalece [SettPhel]
RomanceAphelios y Sett estaban en una relación desde hace cuatro años. Se amaban profundamente y estaban muy felices juntos, viven juntos hace dos años en el departamento elegante de Aphelios desde que la hermana de éste decidiera irse con su nueva pareja...