2-¿Quién eres?

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*Dalia*

Temprano yo ya estaba preparada, me hice una coleta alta y me puse el uniforme que había colgado en el armario.

Me miré al espejo antes de salir y suspiré,estaba nerviosa.

-Ven guapa, acércate-me dijo belén en cuanto me vió aparecer mientras ella hablaba con una mujer de unos sesenta años-Ella es leonor, es como una madre para mi y estoy segura que también lo será para ti-me dijo belén y la mujer se acercó para darme dos besos.

-Encantada guapa, que ojos más bonitos tienes-me dijo y yo sonreí a modo de respuesta.

-Gracias-Le dije algo sonrojada.

-Grandes y verdes, a parte de que tienes una cara preciosa-me dijo y yo sonreí-no tienes de que preocuparte, aquí vamos a ser un equipo vale? Te enseñaré sobre todo el funcionamiento de los horarios de la casa-me dijo y yo asentí.

Ambas salimos por la puerta de la cocina dejando atrás a belén, que me guiñó un ojo antes de salir.

-Cuantos años tienes?-me preguntó.

-diecinueve-le dije y ella asintió.

-Esta es la habitación de belén y Pablo, se levantan todos los dias sobre las ocho de la mañana, y a pablo le gusta que lo primero que se haga sea abrir la ventana-me dijo y yo asentí, por lo que me acerqué a abrirla y ella sonrió-después todo lo demás es limpieza diaria, y al hacerlo todos los días es limpiar sobre limpio, al lado de tu habitación hay una habitación pequeña, allí está todo lo de la limpieza y la lavandería-yo asentí.

-De qué me voy a encargar yo?-Le pregunté.

-Salón,Habitación de belén y Pablo y la de su hijo-dijo y yo asentí-tengo que advertirte que pablito es bastante desordenado, pero belén me tiene avisada que el debe recoger sus cosas, asique alguna que otra colleja se ha llevado alguna vez-me dijo y yo reí imaginándolo-es la verdad! No te haces una idea de como deja la habitación los días que tiene partido-dijo riendo conmigo.

-Leonor, puedes planchar este vestido porfavor?Lo necesito para....-la muchacha se calló en cuanto me vió y sonrió-ay,hola-dijo sonriendo.

-Hola-dije amablemente.

-Ella es Aurora, la hija mayor-dijo leonor mientras aurora se acercaba a darme dos besos.

-Soy Dalia, encantada-dije.

-Yo aurora-dijo-mama me dijo que eras joven, pero tu tienes que tener más o menos mi edad, verdad?-me preguntó.

-Diecinueve-le dije.

-Yo veinte, me tienes para lo que necesites sobra decirlo-me dijo y yo sonreí agradecida-Leonor, puedes plancharmelo? Necesito ponérmelo más tarde-le dijo con un vestido en la mano, y mi compañera asintió sonriendo mientras dejaba un beso en la cabeza-muchas gracias, ah y encantada Dalia-me dijo y yo sonreí agradecida mientras me despedía con la mano.

-Parece simpática-pensé en voz alta y leonor asintió.

-Te va a caer genial-me dijo y yo sonreí asintiendo-ven que te sigo contando cosas, sabes cocinar?-me preguntó y yo asentí sonriendo.

-Me encanta cocinar-le dije-desde muy pequeña solo hemos sido papá y yo, y rosana me enseñó muchas cosas de cocina-le dije y ella asintió.

-La parte de la cocina es de ambas, no te preocupes, somos un equipo-me dijo y yo asentí.

El día se pasó explicándome cada cosa de la casa, no era muy complicada y estaba increíblemente limpia, asique tampoco me maté.

Por el medio día nos metimos en la cocina para cocinar, y belén y aurora se sentaron en la isla de la cocina a charlar con nosotras mientras hacíamos la comida.

Resulta que aurora era estudiante de magisterio, al igual que yo, y era muy fan de viajar.

-Y tu? Trabajas desde hace mucho?-me preguntó aurora y yo negué.

-Es mi primer trabajo, yo estudio magisterio también-le dije pero después rápidamente me corregí-bueno, estudiaba-dije y ella frunció el ceño.

-Porqué lo dejaste? No te gustaba?-me preguntó.

-Aurora hija, no seas impertinente-le dijo su madre.

-Lo siento, no pretendía...-la corté.

-Tranquila-le dije sonriendo-sólo no podía compaginarlo con este trabajo y necesito ayudar en casa ahora mismo, cuando las cosas vayan mejor acabaré la carrera, porque me encanta-le comenté y ella sonrió asintiendo.

-Te entiendo, a mi también me encanta-dijo y yo sonreí, parecía que teníamos muchas cosas en común.

-Dalia, puedes subir esta camiseta a la habitación de Pablo? Va en el segundo cajón de la segunda puerta del armario-me dijo y yo asentí lavando mis manos y secándolas.

Cogí la camiseta, junto con una chaqueta también de él y subí a la habitación del chico, según me había dicho leonor, tenía mi misma edad.

Cuando lo coloqué todo e iba a salir por la puerta esta se abrió de golpe bruscamente dándome un golpe con ella en la nariz que me hizo caer de culo al suelo.

-Ai!-dije Tocándome la nariz.

-Y tu quien eres y que haces en mi habitación?-me preguntó una voz masculina desde arriba, cuando levanté la vista enfadada, vi a un chico moreno con el ceño fruncido, que se cruzó de brazos mirándome.

¿Encima el ofendido era él? Estaba claro que no íbamos a empezar con buen pie...

(CONTINUARÁ...)

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora