78-Ven a casa

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*Gavi*

Dalia no había dormido en toda la noche, solo había dado vueltas de un lado a otro, y yo con ella.

Al final casi a las seis de la mañana conseguí convencerla de que nos diesemos un baño, para relajarla un poco, llevaba horas en tensión y eso no era bueno ni para ella ni para los bebés.

El baño le dió el sueño que yo quería que le diese, asique después de secarnos y que se pusiese una camiseta mía para que estuviese cómoda nos tumbamos en la cama y se quedó dormida.

No salíamos de una cuando estábamos entrando en otra, y me dolía por ella, ¿como una madre se va de casa y no se acuerda en años que tiene una hija? Yo no era padre, pero lo iba a ser en poco tiempo y ya sentía que daría hasta el último aliento pero los dos corazones que llevaba mi novia dentro de ella.

Creo que era el sentimiento más puro que había experimentado nunca, y sentía que si les pasaba algo se me caería el mundo encima.

Conseguí dormir yo también, aunque con un ojo abierto y otro cerrado comprobando que ella estuviese bien, hasta que cogí el sueño profundamente sin despegarme de su cuerpo.

*Dalia*

Pablo dormía como un bebé cuando me desperté, así que no quise despertarlo, el pobre no había dormido en toda la noche por estar pendiente de mi.

No me lo merecía, y sabía que iba a ser un papá estupendo para los bebés.

Encendí el ordenador metiéndome en Facebook, no lo usaba nunca pero tenia un perfil desde hace años.

Teclee el nombre de mi madre con las manos temblorosas, y me aparecio la primera, era ella, era la mujer del súper.

Empecé a investigar, intentando ver donde vivía o dónde podría encontrarmela, pero tenia poca información sobre ella, por no decir ninguna.

Fui viendo sus fotos, resulta que tenía un hermano, o eso creía, un niño de cinco años, era rubio como yo, y el parecido entre ambos era notable.

Hasta que el circulito de arriba de las historias se iluminó, y me metí a verlo sin pensarlo, estaban en un parque ahora mismo, un parque muy cerca del súper donde la vi. El niño corría jugando como si no hubiese un mañana y ella reía mientras iba grabando.

Y no me lo pensé, me puse lo primero que pillé y salí de casa cogiendo las llaves del coche sin siquiera despertar a pablo, yo necesitaba ver a mi madre.

                              ******

Aparqué el coche en frente del parque, y miré en esa dirección, ahí estaba, la mujer que me trajo al mundo.

Bajé del coche decidida a ir para ya, aunque me temblaban hasta las pestañas.

Ella estaba sentada en un banco mirando como el niño jugaba, y me acerqué por atrás.

-Disculpe, ¿es usted Adela?-pregunté con la voz temblorosa, y ella se giró en mi dirección.

Se sorprendió en cuanto me vió, y se levantó mirándome de arriba a abajo, sin duda era mi madre, y ella sabía que yo era su hija.

-¿Da..Dalia?-preguntó con la voz quebrada, y yo asentí de forma casi imperceptible-Hija...-murmuró llevándose la mano al pecho y corriendo a mis brazos.

La estrujé contra mi llorando cuando noté que ella también lo hacía, aunque tuvimos que separarnos cuando el pequeñín se acercó a nuestros pies.

-Mami, ¿quién es?-le preguntó confuso y ella se separó de mi con una sonrisa algo triste.

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora