Nueve años después.
El diseño de la invitación a la fiesta de generación era demasiado elegante. Al principio, habían sido solo reuniones en casa de algún ex compañero de la licenciatura, pero con el paso de los años, esas reuniones se fueron convirtiendo en el evento más esperado por todos para ponerse sus mejores ropas y presumir con sus colegas.
En esta ocasión habían decidido alquilar el Viaggio, un salón en el que se celebraran desde eventos de grandes empresas hasta costosas bodas.
Al parecer a sus compañeros médicos les estaba yendo muy bien, porque costear algo así solo para reunirse entre compañeros de generación, era bastante espléndido.
Namjoon entró al lugar vistiendo un elegante traje y mostró la invitación a los encargados de la organización en la entrada en donde habían colgado un bonito letrero que exponía "Octava reunión anual de la generación ___ - ___, de la escuela de medicina de Seúl".
Nada más entrar, una serie de ex compañeros se acercaron a saludarlo, y la verdad es que volverse a ver luego de haber compartido tantos años juntos durante la universidad, se sentía bien.
El ambiente en la fiesta era agradable. Habían contratado a un grupo versátil que animaba el lugar, y los elegantes atuendos de los invitados y la decoración en tonos dorados, negros y blancos lo volvía todo muy estiloso.
La mayoría de los presentes había usado su "más uno" de la invitación para llevar a sus parejas, pero él no.
La última relación que había tenido había acabado hacía unos meses. No había sido nada muy serio. Desde hacía un tiempo, Namjoon se había vuelto más selectivo y quisquilloso respecto a sus parejas, y aunque odiara admitirlo, luego de ese año en Goryeong, volver a compaginar con alguien se había vuelto más complicado.
Si algo podía notar, era que se había vuelto menos complaciente, menos tolerante respecto a ciertas situaciones y un poco más egoísta. La necesidad de buscar que su pareja gratificara sus acciones había quedado atrás junto con su relación más larga, y aunque eso solía complicar las cosas a la hora de comenzar una relación, no tenía deseos de cambiar por alguien más.
Namjoon necesitaba a alguien que estuviera dispuesto a caminar a su lado, a sortear los obstáculos tal cual vinieran y, sobre todo, a alguien que no temiera ser él mismo ni quien era él.
Tomaba su segundo vaso de Whisky cuando una de las compañeras con las que hablaba cortó sus palabras y abrió grande los ojos.
— ¡Oh, por Dios! — Exclamó, llamando la atención del pequeño círculo de amigos. — ¡No jueguen! ¿Es el actor? — Preguntó incrédula, y consiguió que todos voltearan hacia la entrada. — ¿Viene con Min?
Y Namjoon sintió como su garganta raspaba cuando el Whisky bajó de golpe.
Los recién llegados fueron recibidos rápidamente por personas curiosas y uno que otro que afirmaba ser fan del protagonista del drama romántico recién estrenado. Luego de que atormentaran lo suficiente al pobre chico con fotografías, Yoongi se excusó y lo llevó hasta una mesa cerca de la pista de baile, encargándose de dejarles saber a los alborotadores solo con una mirada que si volvían a molestar a su acompañante, se las verían con él.
No era común ver a Min Yoongi en este tipo de reuniones, y mucho menos acompañado de alguien, así que entrar al lugar con nada más y nada menos que el recién debutado actor Kim Seokjin, los volvió a ambos el centro de atención.
Luego de unas cuantas charlas y copas más, Namjoon se había levantado de su mesa para ir al baño luego de que, como cada año, alguien le preguntara por su ex novio de la universidad.
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Aquel año - NAMJIN
FanfictionHay momentos, lugares, palabras o personas que aunque son fugaces, se vuelven trascendentales. Tan significativas que aunque pase el tiempo, las consecuencias de haber cruzado caminos se vuelven más importantes de lo que cabría esperar. Eso fue Gory...