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20 de enero.

A mi amada luna.

La música es suave, tu alrededor está limpio de nubes, el ambiente es sereno y los brazos de Felix me sostienen firmemente por la cintura.

Él sabe que escribo para ti y entiende que es una necesidad, incluso si ya me he podido comunicar con mis amados.

Estoy durmiendo bien. He dejado las pastillas para dormir y Minho me ha programado citas periódicas para que pueda analizar mi estado de salud en conjunto con un chico del departamento de psicología, creo que se llama Jeongin.

No sé si es muy apresurado, pero como ya has podido darte cuenta, Felix y yo nos hemos vuelto más cercanos. Me siento a salvo en sus brazos, de pronto los malos pensamientos se bloquean y en ese momento él es lo único que hay en mi cabeza.

Do-hwan me dijo que estaba bien, que buscara a alguien que pudiera darme el calor que él solía darme y bueno, parece que lo he encontrado ahora.

Por favor, dale otra buena noticia a papá. Dile que su fábrica y un par de empresas automotrices han cerrado contrato y ahora es el proveedor de su materia prima. Oh, también dile a Do que gracias a Felix, he conseguido el muñeco Funko de Thanos que tanto estuvo buscando para su colección. Los tengo cuidaditos y acomodados en una repisa especial que hice en la sala de estar.

Parece que todo comienza a estar bien, sin embargo, todavía me duele mucho no poder tener a mi bebé en brazos. Extraño mucho a esa bolita de carne que tuve dentro de mi vientre por meses. La conexión que sentía cuando le daba de comer... Necesito a mi bebé.

Felix limpia mis mejillas y las besa con cuidado. Su abrazo se hace más fuerte, pero el nudo en la boca de mi estómago se hace más fuerte.

Tengo miedo.

Me aterra la idea de seguir adelante. Ni siquiera sé si pueda volver a intentar tener un bebé, me asusta pensar que de ser así entonces también me lo quitarás. Pero la cuestión es que me siento vacía sin esa criatura que tanto amé y cuidé.

Las imágenes de sus ojitos apagándose en mi pecho todavía son estruendosas y duras. Aún en sus últimos minutos él me miraba con la misma adoración que todos decían me tenía. No importó cuántos besos le di o cuantas veces le llamé, al final simplemente me lo arrebataste a la fuerza.

Si no estaba hecha para ser una buena madre, al menos no me hubieras ilusionado y luego herido de esa brutal manera.

Mi amada luna, por favor, regrésame a mi bebé.

Gracias por estar aquí.

ATENTAMENTE: Im _____.

♥️

CARTAS A LA LUNA || LEE FELIX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora