Collision | Hyunlix

18 (+18)

Nota: Contenido explicito y vulgar, leer bajo su propia responsabilidad.

Salió de su habitación después de recibir ese mensaje, se asomó por la ventana confirmando que Hyunjin si estaba ahí al ver su auto mal estacionado.

Sonrió, intentando ignorar el sentimiento cálido en su pecho al saber que ahí afuera estaba él. No lo hizo esperar más y abrió la puerta para poder burlarse pero no tuvo tiempo pues rápidamente sintió los labios de él contrario estrellarse con los suyos.

—Mhg, Hyunjin— jadeó al separarse unos segundos.

—¿Me extrañaste?— le preguntó, mordiendo su labio sacándole otro jadeo —Lo tomare como un si.

Las manos del mayor estaban posadas sobre su cintura, guiándolo al sofá del recibidor. Hyunjin se recostó sobre este y lo colocó encima suyo, con sus piernas a cada lado de la cadera del mayor.

Siguieron besándose, los besos de Hyunjin eran adictivos, no quería dejar de probar sus labios jamás, ni dejar de sentir su toque sobre su piel.

Aún se sentía inseguro sobre qué hacer pero podía guiarse con él chico bajo él, pasó sus manos bajo la sudadera de Hyunjin comenzando a acariciar su abdomen, tocando cada parte de este queriendo memorizarlo y sonriendo al escuchar los suspiros del mayor.

Se separó de sus labios un momento para repartir besos húmedos en su mentón, subiendo por sus mejillas y llegando al lóbulo para mordisquearlo, no sabía si lo estaba haciendo bien pero los gemidos del contrario y la presión que ejercía en su cintura era suficiente para hacerle entender que siguiera. Pasó sus labios por su cuello, mordiendo, lamiendo, succionando.

—Mierda, Felix— le escuchó decir.

Animándolo a seguir, se sentía desesperado quería más, necesitaba más de Hyunjin. Tomó el borde de su sudadera y la quitó acompañada de su camiseta para poder acariciar mejor su marcado abdomen.

El mayor bajo sus manos a su trasero sujetándolo con fuerza, lo tomó como señal para moverse sobre su entrepierna como le había enseñado hace unas horas. Hyunjin tiró su cabeza hacia atrás al sentir su trasero presionando su entrepierna, Hyunjin era hermoso, todas sus expresiones lo eran, mucho más cuando él, Felix, era el causante de cada una de ellas.

—Era yo él que te iba a recordar como te lo hice— le dijo entre suspiros —Pero ahora tú me tienes a tu merced.

Esas palabras le llegaron hasta la médula, sintió la temperatura de su cuerpo subir rápidamente, sentía que tenía el control sobre Hyunjin, sentía que podía ser tan sucio como él quisiera, tan caliente, que nunca le diría que no. Y le encantaba.

Retiró sus labios de su cuello para volver a la boca del mayor y lamer sus labios, vió a Hyunjin sonreír con sus pupilas dilatadas y el sudor recorriendo su frente. Muy caliente.

Pasó sus manos por el cinturón del mayor intentando desabrocharlo.

—¿Estás desesperado? ¿Quieres tenerme?— preguntó con una sonrisa.

No respondió, solo se levantó un poco para que Hyunjin pudiera terminar de desvestirse mientras él también se quitaba sus prendas inferiores.

—Quítate la camiseta también— le ordenó Hyunjin y le hizo caso.

—¿Me acuesto?— preguntó pero Hyunjin negó.

—¿No te duele?— se ruborizó ante la pregunta, pues sabía que le preguntaba porque hace apenas unas horas lo había hecho por primera vez.

—Un poco pero puedo soportarlo, creo.

El mayor no dijo nada, ni cambio de posiciones solo lo beso, sus erecciones rozándose y haciéndolos gemir, quería más estimulación así que comenzó a moverse encima del regazo de Hyunjin.