Ahora parece que todo tiene sentido.
Tal vez todo fue especial, al menos para mí fue increíble.
Pero no puedes vivir en el pasado.
Todo terminó. Eso me ha quedado más que claro.
Cometí el mismo error de nuevo. Algún día aprenderé la lección.
Espero que sea antes de que mi corazón ya no se pueda reparar.
A pesar de todo, es difícil de olvidar. Aún te siento. Quisiera mantener la esperanza de que todo cambiará, pero lo único que haría es lastimarme más, es como jugar con fuego.
Eres como el fuego.
Te propagaste en mi interior, abrasaste mi corazón y no lo soltaste hasta que se quemó. El dolor se sentía bien, tal vez, pero entre más tiempo pasara la herida sería más difícil de sanar.
Fuiste mi historia, con esa sonrisa perfecta, ojos preciosos, voz atractiva, cabello desordenado, figura escultural, aroma irresistible y una personalidad grandiosamente engañosa y cautivadora. En un escenario romántico y peligroso, lejos de casa, en un bosque, acompañados de la luna, el sonido del viento y el palpitar de nuestros corazones y nuestra respiración.
Lo recuerdo, por la noche me despierto y podría creer que estás conmigo, que como prometiste me protegerías. Lo único que siento es frío. Un frío que cala hasta los huesos. Lentamente mis ojos se llenan de lágrimas que después recorren mis mejillas, llegan a las comisuras de mi boca, siguen su recorrido y llegan a la barbilla hasta caer. Ese camino que tus dedos recorrieron.
¿Por qué todo se relaciona contigo? Tal vez fuiste muy especial, pero no lo notaste.
Ya no eres más ese fuego. Yo ya no soy más tu juego. Por nuestro bien.
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Verdad o mentira
Novela JuvenilSé que no puedo hacer nada para cambiarlo. Sólo quiero saber si fue cierto o no. Recuerdo. Fugaz.