Capitulo 2

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—Bueno, eso es fácil de responder —contestó Alec —. Necesito conseguir un prometido para 3 meses y tu apareciste ahí, para salvarme.

—Yo te salvé de un gran golpe, no sabía que también te salve de tu... situación. Y ahora me llevas a un hotel.

—Será un hotel bonito, te lo prometo. Yo pagaré la habitación y la pediré doble, a menos que quieras una sola cama —dijo Alec guiñandole el ojo, pero más bien parecía como si estuviera en un ataque epiléptico.

—¿No tienes novio o algo así? —preguntó Magnus ligeramente divertido.

—Te acabo de decir que me pusieron los cuernos —suspiró —. Estoy muy drogado en este momento, solo quiero sentirme bien. Y pues tu estás aquí, tan solito y tan bueno. —Alec intentó acercarse más a Magnus, pero fue alejado suavemente por este.

—Y también soy socio de tu padre y mucho mayor que tú.

—Así me gustan.

—Eres apenas un niño.

Alec se mostró ofendido —¡Tengo 21!

—Pues pareces de 17, y más cuando haces esos pucheros.

—Ah, entonces bájate. Ya no te quiero como prometido —refunfuñó el ojiazul cruzándose de brazos y mirado para otro lado.

Magnus soltó una risa ronca.

—No me voy a bajar. Iré contigo al hotel.

Los ojos azules de Alec se encendieron como luces en navidad —¿A hacer qué?

—Asegurarme que llegues vivo, no quiero que tu padre piense que te he dañado si te pasa algo. Y aparte necesitas una ducha para volver a entrar en razón un poco.

—¿Y no confías en que mi chófer se encargue de eso o qué?

—Sí, pero ya me tienes aquí. Supongo que cuando tu cabecita vuelva a la normalidad, preferirías saber que hiciste el ridículo frente a un extraño que frente a tu chófer.

—Bueno, pero me cargas cuando lleguemos al hotel porque ya me dio sueño —dijo Alec tallandose los ojos. No se lo pensó dos veces y se acurrucó en el pecho del alpha —. Aquí es donde me abrazas, extraño. También tengo frío.

—Presentía que eras un niño mimado y caprichoso y ahora lo confirmo —contestó Magnus. Con algo de incomodidad, levantó uno de sus brazos y lo puso sobre el omega, quien suspiró y se quedó dormido rápidamente.

●○●

Alec se levantó por los murmullos entre Josh, su chófer, y Magnus; al parecer estaban peleando porqué Josh no quería dejar solo a Alec con el moreno. Abrió sus ojos con pesadez y se dió cuenta que estaban afuera de un hotel. Magnus lo tenía cargado y le había puesto su saco encima para que no le diera frío.

Puede que el alpha sea un total extraño al que le ha tomado más confianzas de las que debería, pero ese acto aceleró su corazón.

—Está bien, Joshi. Quiero que él suba conmigo. No tienes nada de que preocuparte, solo no le digas por el momento a mi papá donde estoy, por favor —dijo Alec acurrucandose más en el calor que el cuerpo de Magnus le ofrecía.

—¿Está seguro, joven Alec? —cuestionó Josh con preocupación.

—Sip —dijo resaltando la p.

Con eso, Magnus avanzó hacia la recepción del hotel para pedir una habitación. Alec tuvo -lamentablemente- que abandonar los brazos del alpha para que los trabajadores no piensen que estaba secuestrado o algo por estilo. Aunque al recibir las llaves, el alpha puso una mano en su espalda baja y lo llevó a un ascensor para subir a su habitación.

Cautivo de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora