Las luces, que habían permanecido apagadas durante los últimos minutos, se encendieron y en la tarima habían dos hombres. Reconocí al chico de hace un rato. Llevaba el mismo traje, pero su máscara era diferente. Ahora, la mitad izquierda estaba pintada de dorado y la derecha de rojo. El otro hombre, que tenía la misma contextura física que él, llevaba la misma máscara, sólo que los colores estaban al revés; el lado izquierdo rojo y el derecho dorado.
—Con ustedes, directo desde Rusia ¡Los gemelos!
Por supuesto que eran gemelos.
En medio de ambos hombres habían algunas pesas. Según el numero que tenían grabado a los lados, todas pesaban más de cien kilos.
—No puede ser —oí a Ashley murmurar cuando ambos comenzaron a levantar las pesas sin ningún tipo de esfuerzo, como si estuvieran levantando un dulce.
Lo primero que pensé fue que las pesas no pesaban realmente lo que decían. Era lo único que tenía sentido, porque no había manera de que esos hombres incluso siendo tan grandes, pudieran levantar tanto peso sin inmutarse.
Continuaron su demostración por algunos breves minutos antes de que la voz se oyera de nuevo.
—Ahora necesitaremos algunos voluntarios, para demostrar a todos que las habilidades de los gemelos son completamente verídicas. ¡Vamos, las manos arriba quienes quieran participar!
Un montón de manos se alzaron. Los gemelos eligieron a varias personas de las primeras filas. Hombres y mujeres de diferentes complexiones.
Todos los elegidos subieron al escenario y uno a uno, fueron alzados en el aire. Sin ningún tipo de dificultad, cómo si fueran tal ligeros cómo una pluma.
Para cuando su espectáculo acabó, nadie dudaba de la veracidad de sus habilidades y el publico gritaba de emoción. Pero, ¿Cómo demonios era posible?
Después de unos minutos la música relajada y divertida cambió por una más tensa y las luces se apagaron nuevamente, alejando mis pensamientos curiosos.
Pasaron unos segundos antes de que una luz enfocara algo en la altura.
Trapecistas. Mi estomago se revolvió.
No me gustaban las alturas. Y la carpa era muy alta. Ni siquiera era yo quien estaba en los trapecios pero aún así sentí las nauseas en mi organismo.
Miré hacía arriba atenta a las personas colgando en la altura. Era un hombre y una mujer, cada uno en extremos contrarios de la carpa.
El traje del chico era negro y su mascara de un color rojo brillante. La chica, todo lo contrario; su máscara negra y su traje rojo.
—¡No puede haber un buen show sin este dúo! —la voz del animador se oyó otra vez.
La pareja hizo una especie de reverencia y entonces comenzaron su espectáculo.
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Cursed
FantasiaLas cosas nunca son lo que parecen en el circo Nazaryov. ************************ Cuando un misterioso circo llega a la ciudad, Valerie decide ir a ver la función sin saber que eso cambiaría su vida para siempre. Pronto, se ve envuelta en misterios...