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se viene lo kbron.
Voy hacer tremendo speed run en este capitulo y el siguiente sobre el arco shibuya jiji asi que si ven que todo va muy rápido, ustedes siganle dando y sigan leyendo que solo será por este arco.
☆
Por la tarde repentinamente comenzaron a suceder cosas en el centro de Shibuya, el 31. Se llegaron a crear 4 velos. Gojo era el único solicitado y se tuvieron que dividir equipos para la seguridad.
(Gojo había hablamos con anticipo a Megumi y le pidió que prometiera que en todo momento se quede con Mai.)
Estuve con Megumi, Nanami e Ino.
Mientras circulabamos por las calles escuchamos un grito de Itadori.
Habían sellado a Gojo en una caja. Mi corazón comenzó acelerarse y fui la primera en correr en dirección al edificio donde se encontraba Itadori.
Al subir a la azotea Nanami dejo a cargo a Ino sobre mi, Itadori y Megumi.
Fuimos a una de las capas de un velo para verificar el grosor, densidad y la causa. Por mi parte yo solo estaba jugando con el perro de Megumi mientras asesinada maldiciones sueltas por las calles. Depronto Itadori se unió pateando algunas maldiciones y gentilmente sonreia. De un abrir y cerrar de ojos ya estábamos peleando nuevamente, algo que me generaba curiosidad. Ya que nunca fui a una mision, era como un conejito recién nacido explorando el mundo. Una de las reglas que nos pusimos megumi y yo, es que siempre debo estar detrás de él.
Nuestra lucha comenzó con un hombre el cual mientras más fuerte el golpe menos sentía. Megumi tuvo que encerrarlo con conejitos para verificar su poder.
Al liberar al hombre del enjambre de conejos Megumi lo distrajo para rapidamente yo por la izquierda tirar un auto e Itadori por la derecha otro auto. Mutuamente los tres levemente golpeabamos para que los golpes sean fuertes. Mientras más débiles los golpes mas se sentían, mientras más fuertes menos los sentía.
Al terminar comencé a revisar hacia mi alrededor —Chicos necesito hacer unas cosas, ire dentro de ese edificio.—
Megumi te mira —No tan lejos, donde pueda mirarte Mai.—
No dijiste nada y fuiste dentro del edificio, comenzaste cambiarte de atuendo y acomodarlo a uno más cómodo. Te ataste el pelo y dejaste que tu tatuaje de tu muslo y pantorrilla se vean.
