HIJOS DEL CAOS [CAZADORES Y MALDICIONES]

01.Finales e Inicios.

Muchas gracias por comenzar a leer. Querido lector, estoy muy feliz de tenerte aquí. Gracias.
Los capítulos a veces suelen ser largos. Espero que no sean un poco tediosos para ustedes.

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Un joven moreno trasnochaba intranquilo en su habitación. Bajo las mantas, trataba de cubrir su miedo, mientras que la oscuridad y el silencio hacían eco en lo más profundo de su mente. Estaba nervioso, pues a cada segundo se acercaba cada vez más la hora de partir hacia su nueva escuela, una destinada a todo tipo de bestia o criatura, ya fuera de la noche o de la luz. Todo aquel que fue excluido de la idea misma de lo normal y lo correcto, como lo habían predicado los humanos todos esos años hasta el día de hoy. Una escuela de esa índole era escasa, más aún una en la que aceptaba dicha diversidad de especies, pues por naturaleza misma la mayoría de las criaturas se repudiaban entre sí, ¿Juntarlas bajo las mismas paredes?, Jamás. Todo esto había sido posible gracias a los fundadores, grandes brujos y bestias que velaron por la necesidad de la educación y el cuidado de su sangre en el futuro, para ocultarlo de las miradas de lo desconocido. Todo con el fin de protegerlos de las horribles y temibles garras de los monstruos humanos que deseaban acabarlos en el pasado, y aunque ahora, en el presente —ya no eran perseguidos para ser quemados en hogueras— probablemente, aún eran vistos con recelo y malos ojos a donde fuesen. Las buenas relaciones entre dicha Academia y el pequeño condado que custodiaba esta, era tan angosto y frágil como un hilo de seda que sujetaba por ambos lados una tonelada de indiferencia y desdén.

Entrar en esta Academia era aún más difícil de lo que parecía. Ya fuese por prestigio familiar, dinero o poder, todo joven criatura estaba allí por una razón. A una noche de partir a dicha escuela, aquel joven seguía teniendo dudas de lo que seguiría con respecto en su vida; la Academia estaba lejos de lo que él había conocido como hogar, la mujer que le crió y le quería le había hablado de ella desde que tenía memoria, el lugar perfecto donde los finales pueden transmutar en inicios, una oportunidad única para conocer más sobre su especie y la diversidad de la tierra misma en la que habitaban. Aún era joven, los siguientes tres años le podrían ayudar a tener nuevas experiencias, cambiar y ampliar su pequeño mundo. Descifrar de entre las verdades, las mentiras. Negarse ahora, a una noche del gran día de partida sería una verdadera calumnia. Su madre siendo una bruja de luz, lo había adoptado desde aquella noche solitaria, ella podría no tener renombre entre los suyos, pero su apellido había sido bien conocido de entre los brujos de luz por sus extraordinarias pociones y bienes mágicos, lo que le permitió al moreno formar parte de la lista de seleccionados a los de primer año, un joven afortunado sin duda alguna.

A la mañana siguiente, el camino, aunque largo, tranquilo en lo que cabía decir. Muchos llegaban volando en criaturas mágicas, otros más modernos preferían encantar sus carrozas para que volaran, eso de escobas mágicas ya se había quedado pasado de moda; y otros más, los que podían mezclarse con mayor naturalidad entre los humanos, optaban por llegar en tren hasta la misma escuela. El joven no era la excepción, hoy en día era mucho más rentable el transporte humano que un transporte o criatura mágica.